La omnicanalidad se extiende en el comercio

El comercio se transforma ante un importante aumento de dispositivos conectados, el desarrollo de nuevos medios de pago electrónico o las experiencias avanzadas de envío

Publicado el 11 Jul 2016

omnichannel retail

De acuerdo a un estudio de la Fundación Orange el proceso de transformación digital en el comercio estará vinculado a cuatro ejes fundamentales: cloud, mobile, IoT y redes sociales, y promoverá la omnicanalidad como concepto clave de desarrollo. El importante aumento de dispositivos conectados, el desarrollo de nuevos medios de pago electrónico o las experiencias avanzadas de envío tendrán consecuencias en el actual modelo de comercio que se transformará para abrazar el nuevo formato de omnicanalidad.

Probadores inteligentes, interacciones a través de beacons, supermercados virtuales, o etiquetas RFID son los nuevos elementos presentes en el proceso de transformación digital del sector, caracterizado por la convergencia entre lo offline y lo online. Algunos datos muestran esta convivencia off y on: por ejemplo, si bien España es uno de los países con mayor penetración de smartphones de Europa, con un 81%, el 55% de los españoles nunca ha comprado a través de un dispositivo móvil, y solo el 19% de los compradores lo hace online al menos una vez a la semana, una cifra que se encuentra por debajo de la media mundial.

De acuerdo al estudio, la omnicanalidad se perfila como el concepto más importante en el actual sector retail, de manera que el consumidor aproveche todos los canales existentes para comprar en un concepto que lleva asociados la automatización, la personalización y la recomendación. Todo ello ayudará a los retailers a potenciar su marca, a acercarse a los clientes, incluso anticiparse a sus necesidades y a hacer revisiones y recomendaciones de forma más eficaz.

Así, el mundo del comercio ha pasado de considerar a los dispositivos móviles un enemigo de las tiendas físicas a un aliado, lo que implica la coexistencia de ambos mundos para mejorar las capacidades y facilidades a los clientes. Ecasos como en los supermercados virtuales la proliferación de dispositivos y tecnologías como pulsadores en el hogar, soluciones de realidad virtual, beacons o etiquetas RFID extienden la compra a cualquier espacio o lugar.

Se constata además que los retailers usan de forma creciente las analíticas de datos para obtener un mayor conocimiento de los hábitos y gustos del usuario y así poder ofrecer información y promociones personalizadas, nuevos servicios en tiempo real e, incluso, predecir la demanda. También el Internet de las Cosas empieza a ser una herramienta vital para estas empresas porque les permite personalizar la información y las promociones y también rediseñar las tiendas y controlar sus cadenas de suministro e inventarios. Un ecosistema en el que los wearables también tienen su sitio y contribuyen a facilitar el proceso de pago.

En este marco, los servicios en la nube, unidos al resto de tecnologías digitales, hacen posible el desarrollo de modelos de venta y distribución bajo demanda, que permiten acceder a las empresas a infraestructuras y servicios tecnológicos impensables hace unos años, en modalidades de pago por uso. Así, por ejemplo, pueden gestionar de forma flexible los picos de tráfico en campañas comerciales u ofrecer soluciones personalizadas. Por su parte, el papel de las redes sociales deja de ser el de únicamente herramientas de marketing, para tener presencia a lo largo de toda la cadena de valor y convertirse en la base de un comercio social apoyado en la confianza.

El estudio también detecta algunas barreras a esta transformación digital, entre otras, las dudas o falta de confianza por parte de algunos clientes en temas como la privacidad de los datos personales en el proceso de pago o las dificultades inherentes a la compra online en productos que no se pueden probar o tocar.

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Redacción

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