Hace casi un mes, un cable submarino de fibra óptica que conectaba Somalia con una red de datos globales, fue cortado por un barco mercante de Omán dejando al país sin Internet durante tres semanas.
Como consecuencia de este hecho, el ministro de Correos y Telecomunicaciones de Somalia, Abdi Anshuur, ha declarado que el corte ya ha costado a Somalia el equivalente a unos 10 millones de dólares en pérdidas económicas, además de las grandes pérdidas para las empresas que operan en el país.
El Gobierno estudia ahora la posibilidad de iniciar un proceso legal contra la compañía propietaria de la embarcación, que supuestamente daño el cable cuando se aproximaba al puerto de Mogadiscio para descargar su mercancía.
Así, las autoridades somalíes designarán un grupo de expertos que cuantificarán el perjuicio económicos sufrido y, en caso de no llegar a un acuerdo con la empresa omaní, recurrirán a la vía legal.
Esta situación genera un caos agregado en un país donde la economía se ve dañada por la escalada de violencia y los ataques del grupo islamista Al Shabaab.