NFC, las comunicaciones ganan en las distancias cortas

Hasta hace poco, el reducido número de móviles con tecnología NFC, así como la carencia de terminales TPV contactless había impedido un despliegue comercial masivo de estas soluciones. A día de hoy, la infraestructura está lista sin embargo, todavía falta que todos los actores de la industria se pongan de acuerdo, logren una estandarización y definan un modelo de negocio claro para que la Near Field Comunications despegue definitivamente.

Publicado el 11 Sep 2015

La facilidad de uso y la comodidad del pago por móvil dispararán la demanda de NFCLas consultoras pronostican un crecimiento de NFC muy alto

NFC o Near Field Comunications es una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance y alta frecuencia que permite la transmisión de datos entre dispositivos próximos entre sí. Emplea la interacción entre campos electromagnéticos de radio en lugar de las transmisiones de radio directas utilizadas por la conexión Bluetooth. Opera a una frecuencia de 13.56 MHz -lo que hace que no se le aplique ninguna restricción como un emparejamiento previo y no requiera ninguna licencia para su uso-, y a una velocidad de transmisión de hasta 424 kbit/s, en función del entorno en el que transmita. Estas cualidades la convierten en una alternativa idónea para una conexión casi instantánea entre dos dispositivos cercanos a distancias de hasta 10 cm y sin apenas consumo energético. Y es que, con ella es posible emular el funcionamiento de las smartcards o tarjetas inteligentes sin contacto como, por ejemplo, las tarjetas débito/crédito o las tarjetas de transporte o de acceso a edificios. O, incluso, enviar información a otros teléfonos de forma rápida y con un desgaste de la batería muy bajo. En otras palabras, su aplicación está pensada para operaciones de identificación, validación y método de pago.

Su versatilidad y su flexibilidad, unida a la facilidad de uso –funciona siempre igual, independientemente del dispositivo que se emplee y de cara al usuario el establecimiento de comunicación es transparente- e implementación, son sus grandes ventajas. Además goza de alta eficiencia energética por su bajo consumo. Y pocos inconvenientes tiene a la vista, salvo esa necesidad de “contacto directo”, la limitación en cuanto al volumen de datos a transmitir –que hace que se tenga que complementar con otras tecnologías para cubrir este fin-, el desconocimiento y la desconfianza en el sistema por parte de los usuarios y la mayor dificultad de desplegar este tipo de tecnología, por la necesidad de poner de acuerdo a más actores.

Con estas peculiaridades, en la balanza pesan más los pros que los contras de ahí que la NFC tenga un prometedor futuro a la vista. Las consultoras pronostican un ascenso de esta tecnología muy alto, también en nuestro país. La alta penetración de los dispositivos móviles, en especial de smartphones –por encima de muchos países europeos-, y su elevada tasa de reposición y rotación son dos factores que permiten pensar en fuertes crecimientos. Así lo cree David González, director de ventas y marketing de Giesecke & Devrient Ibérica (G&D), empresa que desarrolla, produce y distribuye productos y soluciones para el pago, la comunicación segura y la administración de identidades. Según el directivo lo primero garantiza una comunidad importante de usuarios; lo segundo, que poco a poco todos los teléfonos irán incluyendo dicha tecnología. “Aunque esto es una decisión de los fabricantes, el progresivo aumento de aplicaciones y proyectos reales de uso de esta tecnología irán convirtiéndolo, primero en una diferencia competitiva y luego en un estándar”. No en vano, los usuarios españoles se ubican dentro de los early adopters europeos, lo que supone “tener actualmente uno de los parques instalados con dispositivos NFC más importante del continente, por número de habitantes”.

Desde el punto de vista de las operadoras, mientras que Alicia Calvo, directora de Innovación de Orange, percibe que “los datos de despliegue en España son muy positivos y están en línea con las previsiones de un alcance masivo de servicios NFC de aquí a 2020”; Ibo Sanz, director de m-commerce de Vodafone España, confiesa que “las tasas de adopción aún tienen que crecer, siendo usado a día de hoy por el 4% de los usuarios y siendo conocido solo por el 15%, según datos del estudio anual de comercio electrónico del IAB (Interactive Advertising Bureau) Spain”, especifica.

Igualmente Pablo Hernanz, gerente del Centro Experto de Movilidad de Indra, apunta que desde que se normalizó y estandarizó en el año 2003, no deja de hablarse del NFC como la tecnología disruptiva que se aplicará a una gran diversidad de sectores, en los que hay un denominador común en cuanto a necesidades: identificación, intercambio instantáneo y rápido de pequeñas cantidades de información, y catalizador de transacciones. Pero “la realidad es que las diferentes velocidades de adopción por agentes clave para el éxito de cualquier tecnología (industria tecnológica, empresas prestatarias susceptibles de prestar servicios a través de esta tecnología y los propios usuarios) están haciendo que su inclusión en el mercado esté realizándose a diferente velocidad”. A lo que añade: “España es uno de los países de la Unión Europea que más uso hacen del NFC, pero aún estamos lejos de los niveles de uso de, por ejemplo, Australia (donde el 53% de los usuarios de tarjetas contactless –dos terceras partes de la población- ha realizado pagos mediante NFC)”. En cualquier caso, el aumento del 1.200% de uso de NFC para pagos en España en 2014 hace pensar que se está evolucionando adecuadamente hacia una implantación de la tecnología en nuestro país.

L: Mucho más que pago móvil

Así las cosas, el desarrollo tecnológico que posibilita el pago por móvil a través de NFC tiene ya algunos años. Actualmente, estas tecnologías han demostrado su viabilidad y eficacia en todo el mundo y a día de hoy “no existe ninguna barrera a la implantación de este tipo de servicios, ni ninguna limitación tecnológica a la extensión de los mismos”, especifican desde G&S, por lo que aventuran que “vamos a asistir a una explosión de nuevas utilidades en las que los bancos, efectivamente, van a jugar un papel muy activo”.

No en vano, siempre que se habla de NFC se piensa en pago móvil como su principal caso de uso, sin embargo, esta tecnología tiene otras muchas aplicaciones posibles. Jaime Domingo, director general de Popular Payments, afirma que se trata de una tecnología que hace posible una transferencia de datos rápida y segura que tiene muchas aplicaciones, aunque uno de los casos de uso estrella es precisamente el pago móvil: “su progresiva evolución está contribuyendo de forma muy positiva a su implantación en las aplicaciones de pago en nuestro país” -a lo que añade-: “sin embargo, el uso más extendido se da en transportes, pues permite acceder a lugar donde se precisa una identificación de forma muy rápida; prueba de ello es que la red de mayor aceptación a nivel mundial es el metro de Londres”.

Visto lo visto, probablemente el segundo campo donde mayor impacto está teniendo y tendrá la Near Field Comunication va a ser en el sector del transporte público, ya sea mediante desarrollos que permiten llevar los títulos de transporte en el teléfono móvil, o a través de una variada gama de tarjetas para pagar sin contacto. Estos progresos aportan ventajas y se estima que sustituirán en un corto espacio de tiempo –se habla de cinco años- a los billetes tradicionales.

“El pago móvil y el transporte son la punta de lanza de los servicios NFC, pero además existen otros servicios, como por ejemplo el acceso a estadios, edificios, parkings que en muchos casos, al estar dotados de lectores contactless, hace que se conviertan en una extensión natural para los servicios móviles NFC”, reconoce la portavoz de Orange.

En la actualidad, pues, se aplica también para la identificación de personas en los controles de accesos e incluso en el ticketing de cines, teatros y otro tipo de eventos y espectáculos. A la vista de todas sus ventajas y, a medida que el usuario adquiera una mayor confianza en esta tecnología, es seguro que se comenzará a aplicar en otros entornos de la vida cotidiana. Será el caso de la puesta en funcionamiento, por ejemplo, del nuevo DNI 3.0 que, como detallan desde Indra, incluye un chip certificado como dispositivo seguro, con mayor capacidad y velocidad, y con la misma validez jurídica que la firma manuscrita. El nuevo formato permite, también, la transmisión de datos vía NFC y radiofrecuencia, lo cual nos posibilitará el acercarnos a ciertos servicios de la sociedad de la información a través de este sistema de identificación.

Además, hay otros escenarios en los que NFC tiene su protagonismo y con gran recorrido en los próximos años, como IoT, donde la comunicación inalámbrica juega un papel importante; e, incluso, en la trasferencia de contenidos entre usuarios (fotografías, vídeos o música), el establecimiento de una conexión con una web o llamar a un número de teléfono determinado.

En definitiva, los diversos anuncios de la industria la consolidan como la tecnología más adecuada para la realización de pagos móviles presenciales, pero su desarrollo comercial depende en gran medida de la infraestructura desplegada en lectores NFC en sectores como pagos, transporte y acceso, y en que la solución sea impulsada por cada sector. No se trata únicamente de la existencia de soluciones tecnológicas sino del desarrollo de ecosistemas sectoriales completos y con un modelo de negocio válido y sostenible. Y a medida que el ecosistema (tecnología, prestadores de servicios, usuario final, agentes reguladores, etc) se vaya complementando, se irá fraguando un uso generalizado y estandarizado de la tecnología.

Puede leer el artículo completo en el número de septiembre de Redes & Telecom en el Kiosco de BPS.

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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