Los españoles no se preocupan por proteger su identidad en Internet

Un informe de Monsan alerta de un aumento exponencial de delitos y fraudes a través de dispositivos móviles en nuestro país.

Publicado el 14 Mar 2016

Los españoles no se preocupan por proteger la movilidad

Según Monsan actualmente existe un aumento exponencial de delitos y fraudes a través de dispositivos móviles. De hecho, el 67% de los menores de 15 años tiene móvil, el 45% de los menores accede a la red desde dispositivos que no poseen filtros de contenidos y el 53% de los españoles es adicto al móvil, según datos publicados y recogidos por la empresa. Asimismo, se incrementa también la Nomofobia -el miedo a salir de casa sin el teléfono- y el 40% de los jóvenes, entre 18 y 30 años, asegura que no puede vivir sin su smartphone.

En este sentido, estos datos demuestran que existe una despreocupación generalizada, especialmente entre los más jóvenes, por su privacidad identitaria que degenera en: exposición de información personal y confidencial, falta de protección ante desconocidos, grooming o ciberacoso sexual, ciberbulling o acoso escolar a través de Internet, en definitiva una mayor probabilidad de ser víctima de algún tipo de fraude o estafa. Las cifras no engañan: El 12’8% de los jóvenes ha utilizado páginas de contenido sexual por curiosidad. El 9’1% ha falsificado su identidad en foros, chats, o redes sociales, y el 7’8% ha enviado por mail fotos de otra persona para reírse con sus amigos.

En este contexto, Monsan, empresa española especializada en el sector de las nuevas tecnologías y redes inteligentes, muestra su decálogo de prácticas en el uso de dispositivos móviles para advertir como un uso inadecuado de estos instrumentos expone a adultos y menores a ciertos riesgos.

Se trata de una reflexión básica para favorecer la educación y acompañamiento en el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías. Entre las advertencias se destacan entre otras hacer un uso útil y racional del móvil y evitar llamadas repetitivas. A ellas hay que añadir el ser breve, conciso y estructurado en las llamadas y hacer uso de los programas de control parental. Asimismo establecer normas claras para regular el uso del terminal móvil y no emplear esta tecnología fraudulentamente. No burlarse de otro ser humano y no engañarle. No crear identidades falsas. Y sobre todo, establecer un diálogo efectivo y continuado entre padres e hijos.

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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