La operación de venta, que está previsto se cierre a finales del tercer trimestre del presente año, implica que Lucent recibirá 2.525 millones de dólares (467.125 millones de pesetas/2.807 millones de euros) de Furukawa por la participación principal en el negocio y que Corning pagará 225 millones de dólares (41.525 millones de pesetas/249,5 millones de euros) en efectivo por la participación de Lucent en dos joint ventures en China Lucent Technologies Shangai Fiber Optic y Lucent Technologies Beijing Fiber Optic Cable.
El negocio de soluciones de fibra óptica de Lucent, que emplea a más de 6.000 personas, tiene su sede central y su mayor centro de fabricación en Atlanta (Georgia).
Junto a la venta de su división de fibra óptica, Lucent alcanzaba recientemente un acuerdo estratégico de fabricación con Celestica por el cual le transfería sus operaciones de fabricación en Oklahoma City y en Columbus (Ohio). Por su parte, Celestica pagará a Lucent entre 550 y 650 millones de dólares (entre 101.750 y 120.250 millones de pesetas) en efectivo por las instalaciones, equipos e inventario de ambas plantas de fabricación.
Ambas operaciones se enmarcan en el plan de salvación que Lucent Technologies se ha visto obligada a realizar, tras ver cómo sus ingresos descendían un 21 por ciento en el segundo trimestre de este año y sus pérdidas se elevaban a 3.250 millones de dólares (601.250 millones de pesetas /3.613 millones de euros).
La difícil situación que atraviesa el mercado tecnológico ha hecho mella en la compañía que además de la venta de subdivisiones, ha recurrido a sucesivos recortes de plantilla como fórmula para hacer frente a sus pérdidas. Así, en el último año el número de empleados de la compañía ha descendido de 106.000 a 87.000, a lo que ahora hay que sumar el anuncio por parte de Lucent de 15.000 nuevos despidos en los próximos meses.
La crisis del sector tecnológico no sólo está provocando quebraderos de cabeza a Lucent Technologies. Junto al anuncio de dicha compañía de deshacerse de otros 15.000 trabajadores, en los últimos días numerosas empresas tecnológicas se han sumado a la estrategia de recortar sus plantillas en un intento de hacer frente a sus pérdidas. Así, tras Alcatel, Ericsson o Nokia, las japonesas Toshiba y Nec han hecho pública su intención de despedir a 20.000 y 4.000 empleados, respectivamente. La crisis también se ha dejado sentir en el continente europeo donde en los últimos días se conocía que la compañía Equant reducirá en un 20 por ciento su plantilla (unos 3.000 trabajadores) y que la finlandesa Sonera suprimirá cerca de 1.000 puestos de trabajo.
