La eficiencia del centro de datos es cuestión de diseño

Para garantizar la eficiencia en los centros de datos es imprescindible optimizar las instalaciones existentes, algo que pasa por comenzar por aplicar un diseño inteligente, así se desprende también de los estudios aplicados a los data centers con un bajo PUE.

Publicado el 03 Feb 2011

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Robert Assink, director general para España de Interxion

En un momento en el que se estima que entre 5 y 10 años, las emisiones a la atmósfera de los centros de datos superarán a las de la industria aeronáutica y que, en 2020 se cuadruplicarán, la eficiencia de los centros de datos parece ser más importante que nunca.

El primer paso para conseguir este objetivo es mejorar el ratio de eficiencia del uso de potencia (PUE – Power Usage Efficiency). Los ratios PUE son métricas que pueden utilizarse como guía para definir la eficiencia de un centro de datos o fijar sus credenciales “verdes”. Estudios recientes, han demostrado que los centros de datos que presentan un PUE bajo (entre 1,5 y 1,75), han considerado el diseño como factor clave y han establecido mediciones con mejoras demostrables año tras año, que pueden ser clasificadas como “verdes” o eficientes energéticamente.
Sin embargo, se considera que un centro de datos es poco eficiente si su PUE es superior a 2, cuenta con equipamiento antiguo, sin herramientas de medición y componentes ineficientes. Suelen ser centros de datos “in house” gestionados por personal propio. Así que, ¿cómo puede una compañía optimizar la eficiencia de su centro de datos y mejorar su PUE? Para reducir el PUE, las empresas necesitan centrarse en tres áreas: eficiencia externa, eficiencia interna y eficiencia de cara al cliente.
En primer lugar, necesitan monitorizar y comparar el PUE con estándares externos instaurados por Green Grid y Uptime Institute. Comparar las mejoras y pérdidas de eficiencia con un organismo externo permite a las empresas evaluarse a sí mismas y enumerar que tecnologías y prácticas necesitan mejorar o ser renovadas. A la larga, estas buenas prácticas facilitan el desarrollo de un indicador verde de uso en la empresa. Una vez que la empresa ha sido comparada de forma externa, hay que evaluar sus eficiencias internas. Pueden dividirse en dos categorías: diseño y eficiencia operativa.
No es ninguna sorpresa que un buen diseño conlleva menores gastos de inversión y una mejor eficiencia, pero, ¿cuál es el mejor diseño? Un modelo que ha demostrado su eficacia tanto en términos de eficiencia como de credenciales verdes es el diseño modular. Dicho modelo fue concebido para permitir la expansión de los centros de datos sin interrumpir el servicio al cliente.
Un reciente estudio de McKinsey y del Uptime Institute ha identificado cinco pasos claves para conseguir mejoras en la eficiencia operativa. El primer paso es eliminar los servidores comatosos, lo que equivale a una ganancia del 10-25%. El segundo paso es virtualizar, lo que permite ganancias del 20-30%. El tercer paso es renovar el equipamiento, lo que genera ganancias del 10-20%. El cuarto es reducir la demanda de nuevos servidores, lo que también mejora la eficiencia en un 10-20%. El paso final es introducir servidores más sostenibles y eficientes y la puesta en marcha de procesos de ahorro de energía, lo que equivale a una mejora del 10-20%. Siguiendo los pasos mencionados, una empresa puede conseguir una mejora de eficiencia del 65% y mejorando significativamente su ratio PUE.
La pieza final del puzzle de la eficiencia es el enfoque hacia el cliente. Un centro de datos eficiente debería tener un apoyo experto en programas de implementación de eficiencia energética, así como listas de las mejores prácticas de cara al cliente. El personal del centro de datos tiene que ser capaz de aconsejar cómo reducir la temperatura y el uso de la energía a través de aspectos innovadores como el diseño de pasillos calientes y fríos. Tienen que contar con las herramientas necesarias para medir y analizar la eficiencia, implementar los últimos avances, desarrollar y poner en marcha acciones de primera magnitud e integrar datos y ratios de responsabilidad social corporativa de cara al cliente. Sin la experiencia, la empresa encontrará difícil alcanzar los objetivos deseados.
Los centros de datos verdes y eficientes existen, pero las emisiones y el coste de la energía cada vez son más altos, por lo que se ha de trabajar cada día más. Las organizaciones deben trabajar juntas, especialmente en lo que se refiere a la medición. Los proveedores de equipamiento deben proporcionar métricas estándares en todos los equipos para medir el uso de energía frente a la productividad, ya que, si no se sabe si se está derrochando energía, ¿cómo se puede cambiar?
Pero no sólo estos proveedores son responsables, los proveedores de centros de datos deberían proporcionar estándares y ratios a seguir y que funcionen. Lo que es evidente es que toda la industria, desde los proveedores de energía hasta los fabricantes de racks tienen que trabajar juntos para mejorar la eficiencia y asegurar que estamos a la cabeza del diseño de centros de datos sostenibles y eficientes.

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Redacción RedesTelecom

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