Llegó la hora del pago por móvil

Los usuarios ganan en comodidad y agilidad y empiezan a perder el miedo a pagar con su teléfono.

Publicado el 28 Mar 2012

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El pago por móvil se instauró en la sociedad española hace años, aunque muchos apenas hayan escuchado que existe, a pesar de que pocos conocen a alguien que lo utilice. Las razones de su lento despegue apuntan a la falta de tecnologías que lo soporten y a las reticencias por parte de muchos consumidores que prefieren la tarjeta de crédito o el dinero en metálico para efectuar sus pagos por motivos de seguridad. En el pago por móvil intervienen distintos actores que hacen posible esas transferencias. Compañías como GFT, Telefónica, RIM, Vodafone, Bankinter u Orange, forman parte del entramado. REDES & TELECOM ha charlado con ellas para saber en que situación se encuentra el sector y cómo funcionan estos.

Alicia Calvo, directora de innovación de Orange, reconoce que el pago por móvil no ha llegado a despegar en España “por las limitaciones de las tecnologías que se han estado utilizando hasta el momento, unido a los requisitos de control de fraude y riesgos, la ausencia de terminales compatibles, la complejidad de la experiencia de usuario y la falta de modelo de negocio”.

Nicolás Moya, director de innovación en Bankinter, apunta que en España el pago por móvil se “focaliza en el pago con teléfonos que soportan la tecnología NFC en terminales TPV emulando tarjetas financieras VISA o MasterCard”. Asimismo, Nicolás destaca otras iniciativas llevadas a cabo por las operadoras y las entidades financieras, conjuntamente con VISA y demás operadores de tarjeta. Sin embargo, Moya revela que estos pagos “están todavía en modo piloto debido a que hay pocos teléfonos que soporten esta tecnología y pocos TPV compatibles instalados en los comercios”. El encargado de la innovación en Bankinter cuenta que hay otras iniciativas que han tenido “poco éxito” basadas en aplicaciones que se descargan en smartphones diseñadas para pagar con intercambios entre SMS.

En RIM, Larry Bensadon, global strategic sales director, ve el futuro del pago por móvil con optimismo. De hecho, cree que este sistema “nos hará la vida más fácil e inevitablemente se convertirá en una tendencia, tanto para pagos de cantidades muy pequeñas como para los de mayor cuantía”. En Telefónica se muestran conscientes de que todavía estamos en los “inicios del despliegue, con usuarios que utilizan el pago por móvil en comercios, aunque se trata de iniciativas pioneras y de alcance geográfico limitado”. La multinacional española pone como ejemplo el proyecto Mobile Shopping en Sitges, donde participan 1.500 vecinos y unos 1.000 comercios; o el plan Distrito NFC, desarrollado en las instalaciones de Telefónica en Madrid, que acoge las operaciones de unos 2.000 empleados y comercios del campus y alrededores.

Por su parte, Vodafone, destaca que hay varias iniciativas en el mercado que cada día “nos acercan más a que el pago por móvil sea una realidad en la calle”. Sin embargo, son conocedores de que actualmente no existe “un volumen significativo de usuarios”. Por último, Miguel Reisa, director business marketing en GFT Group, subraya que cada vez “hay más usuarios que realizan transacciones comerciales en todo el mundo”. Miguel destaca servicios recientes lanzados por firmas como La Caixa, BBVA o Bankia, que junto a VISA desplegarán una infraestructura (tarjetas y los TPV) contactless en Madrid y Barcelona. El integrante de GFT se suma a otras opiniones al incidir en la necesidad de “completar el ecosistema necesario, con TPVs adecuados, compatibles con tecnologías como NFC, además de suficientes terminales y operadores móviles que lleven esta tecnología, así como bancos que ofrezcan este servicio”.

Tecnologías que intervienen en el pago por móvil

Para dar soporte al pago por móvil es necesario que las tecnologías avancen y se adapten a los nuevos tiempos. Una de ellas es NFC (Near Field Communications), que traducido al castellano hace referencia a las comunicaciones de alcance corto. NFC permite intercambiar datos entre dispositivos que se encuentran a muy poca distancia. “Es similar a las etiquetas de seguridad que llevan la ropa y otros productos en las tiendas”, explica Nicolás Moya, el director de innovación de Bankinter. De esta manera, un teléfono que trabaje con esta tecnología puede aplicar al pago “acercando el terminal al TPV sin tener que insertar una tarjeta. El PIN sería opcional, y dependerá de la cuantía a pagar con el teléfono. Por ejemplo, en los movimientos inferiores a 20 euros normalmente no se solicita PIN. Si es superior, el dispositivo puede solicitar la introducción del código al igual que hace un TPV al usar una tarjeta de crédito”, detalla Nicolás. Desde Bankinter, Moya también resalta el papel de la tecnología contactless, basada en el pago con tarjetas de plástico “simplemente acercando la misma a un dispositivo de pago, sin tener que insertarla”.

Larry Bensadon, de RIM, hace hincapié en la posibilidad transmitir datos a gran velocidad a una distancia de hasta 20 cm gracias a NFC. Asimismo, esta tecnología abre otras posibilidades como “el acceso a edificios a través de la identificación en sistemas de seguridad o canje de cupones descuento”. Larry señala los datos recientes lanzados por Juniper Research, según los cuales, en 2015 la tecnología NFC llevará a 500 millones de personas en todo el mundo a utilizar su móvil como billete de metro y bus. En Telefónica hace referencia a la necesidad de que los usuarios dispongan “de un teléfono móvil con la tecnología NFC y una nueva tarjeta SIM compatible con ella. Con estos dos elementos ya podrá almacenar las tarjetas que los distintos proveedores de servicio emitan, como tarjetas de crédito o débito, títulos de transporte, tarjetas de fidelización, cupones, entradas, etc”.

Para Vodafone, NFC “dota de una interfaz nueva al teléfono móvil, haciéndola más rica tanto para el usuario como para los proveedores de servicio, que cuentan con una herramienta de interacción con sus clientes”. Además, desde la compañía británica destacan el papel de otra tecnología: M2M. Las siglas corresponden a Machine to Machine, comunicaciones máquina a máquina. Unos servicios que “posibilitan una comunicación optimizada entre dispositivos, con una mínima intervención humana, como es el caso de las máquinas de vending, la localización de vehículos o las alarmas GPRS instaladas en los hogares”. Poniendo el foco en el pago por móvil, Vodafone relata como “existe en la actualidad un parque instalado de cientos de miles de TPVs con conexión GPRS en todo el mundo, compatibles por tanto con la tecnología M2M”.

Miguel Reiser, director de business marketing en el grupo GFT, añade otras opciones como los créditos por extensión de factura, donde los operadores telecomunicaciones “proporcionan crédito a los usuarios de telefonía móvil, por lo que las compras online se pueden cargar en la factura del teléfono”. Su funcionamiento es sencillo según explica Miguel, gracias al intercambio de datos “de modo seguro directamente entre la aplicación móvil y la tienda de comercio electrónico que a su vez se comunica con el operador para llevar a cabo el flujo de información”. Sin embargo, desde GFT reconoce que es un modelo que podría extenderse “muy rápidamente, aunque probablemente permanecería en un nicho de servicio ya que el valor añadido para los usuarios es mínimo”. En segundo lugar, Miguel sostiene que las tarjetas de crédito virtuales vía aplicación pueden despegar “rápidamente”. Se trata de un modelo que usa tarjetas de crédito o de débito para comprar online, como PayPal. “Mediante el código PIN universal, la aplicación móvil facilita la realización de compras a través de la Red. Para las transacciones físicas en las tiendas, un código de barras 2D proporciona un medio para hacer esas operaciones”, explica el director de business marketing de GFT. Un ejemplo es Starbucks Mobile App, lanzado en 2011 y que permite a los usuarios comprar un café sin dinero en efectivo o tarjeta.

El papel de los bancos y de las operadoras

Una de las cuestiones más recurrentes cuando se aborda el tema del pago por móvil, es la que atañe a qué ganan realmente las operadoras y los bancos con estos servicios. Desde Telefónica aseguran que el operador móvil “no interviene en el negocio del pago y se respetan los actores y relaciones ya establecidas en la actualidad”. La compañía informa de que su papel es el de “habilitar y facilitar a las entidades financieras y a los usuarios la disponibilidad de la tecnología, prestando además un servicio extremo a extremo que garantice el funcionamiento, la seguridad y la robustez que el pago por móvil requiere”. En definitiva, Telefónica se encarga de “asegurar la mejor experiencia posible al usuario, ya que de cara a éste no habrá ninguna diferencia en cuanto a pagar con una tarjeta física o con su móvil”.

Nicolás Moya, de Bankinter, aclara que el actual modelo de pago por móvil, previo al NFC, es “muy maduro”, lo que conlleva una gran reducción de los costes operativos. Por ello, “la modificación de ese modelo a la hora de introducir el NFC con la aparición en escena de nuevos jugadores como los fabricantes de terminales y las operadoras telefónicas es complejo. Hay poco margen para los nuevos, y a los clientes no podemos proponerles un medio más caro cuando ya tienen uno más barato y eficaz”. Nicolás recalca que hay que tener en cuenta “que en un teléfono NFC la aplicación de pagos certificada por VISA o Mastercard se almacena en la tarjeta SIM que está dentro del Teléfono y que es propiedad de la operadora. De esta manera, esa compañía puede obtener ingresos mediante el alquiler de espacio en esa SIM a las entidades financieras que quieran almacenar en la misma las tarjetas de crédito de los clientes”. Moya comenta que la única manera de hacer un negocio con márgenes para todos es “mediante el aporte de valor añadido más allá del simple medio de pago al cliente”. Algo que se puede conseguir mediante “servicios adicionales” como marketing, cupones u ofertas, entre otras opciones. En Bankinter ofrecen otras iniciativas como la de dar al usuario tarjetas SIM y móviles desde el propio banco mediante un acuerdo de Operador Móvil Virtual con una operadora. La entidad hace llegar al cliente directamente una tarjeta SIM con los servicios de telecomunicaciones y de pago. Nicolás revela que “actualmente mantienen un piloto activo con clientes en las inmediaciones de Madrid con esta dualidad de servicios”. Por su parte, en Orange, creen que el proceso “está en construcción, ya que la crisis hace que las inversiones sean cuantiosas tanto para las operadoras como para los proveedores de servicios de pago y los operadores de transporte. Estamos intentando que esta tecnología genere más valor y ahorro en el futuro que costes incrementales”.

Los beneficios para los usuarios Llega el momento de analizar cuáles son las ventajas que los clientes pueden obtener si deciden dar el salto al pago por móvil. Para Telefónica la comodidad es lo importante, ya que no es necesario llevar encima tarjetas o dinero en efectivo. Con un dispositivo móvil es suficiente. Además, se puede gestionar de manera remota las tarjetas para su cancelación o renovación sin acudir a la oficina bancaria. “La interfaz es ahora mucho más enriquecida y potente, explotando toda la capacidad de la pantalla de los teléfonos, lo que se traduce en una interacción online con el banco. En definitiva, una mejor experiencia de usuario”, defienden desde la operadora.

En las filas de Vodafone apuntan también a la agilidad del pago por móvil, que aporta más “rapidez y sencillez”, lo que repercute en una ganancia para el cliente. “El móvil ofrece beneficios adicionales a los ofrecidos por las carteras físicas, ya que habilita un canal de comunicación bidireccional entre los proveedores de servicio y los usuarios”, apunta la multinacional. Larry Bensadon, de RIM, también destaca la velocidad de estos procesos, permitiendo a los que lo usan pagar “un billete de tren o un simple café sin necesidad de llevar dinero físico o una tarjeta. La simplificación del uso del monedero de forma segura”. Miguel Reiser, por parte de GFT, ahonda en que el modelo beneficia a todos ya que “al aumentar el uso del teléfono, las operadoras de telefonía fidelizarán y cautivarán a su clientela. Las entidades financieras capturarán una parte del mercado de pagos en efectivo. Los fabricantes de teléfonos móviles tendrán más servicios disponibles, por lo que renovarán modelos constantemente y venderán más unidades. Los comerciantes se beneficiarán por la agilización del precio de pago y la minimización de dinero en efectivo. Por último, los consumidores ahorrarán tiempo y sumarán comodidad”.

Desde Bankinter, Nicolás Moya, cree que a los usuarios les aporta sobre todo “conveniencia”. Según Nicolás, pueden tener “todas sus tarjetas, además les aporta mayor seguridad, ya que desde el teléfono pueden activar o desactivar el modo pago o si quieren protegerlo con un PIN. Asimismo, cuando la tarjeta caduque, el banco puede enviarle otra por el aire al teléfono, sin que el cliente se tenga que preocupar de ir a la oficina o buscar en el correo la tarjeta nueva”. Vivimos una época revolucionaria en cuanto a telefonía, con nuevos modelos que salen cada día, cada uno de ellos con más funcionalidades. Muchos jubilarán su viejo monedero y dejarán las tarjetas en casa. Entre visita y visita al perfil de Facebook, siempre hay tiempo para hacer unas compras.

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Redacción

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