Si valora su smartphone, ocúpese de protegerlo adecuadamente

Los smartphones se están volviendo más complejos y más valiosos, pero normalmente nos olvidamos de que para poder funcionar de forma fiable necesitan estar mejor protegidos.

Publicado el 26 Feb 2015

El smartphone durará más cuanto más lo mimeEl agua, el eterno enemigo del móvil

Los smartphones ya se han asentado como un dispositivo presente prácticamente en todas partes. En 2013 se vendieron casi mil millones de unidades, superando por primera vez las ventas de teléfonos móviles convencionales, según un estudio de Gartner hecho público en febrero de 2014.

A medida que los teléfonos inteligentes se integran en nuestra vida cotidiana se les exige cada vez más. Una cantidad en aumento de personas usan sus smartphones en una gama más y más amplia de situaciones, y esperan un rendimiento fiable, con independencia de dónde y cómo hacen uso del terminal. Los smartphones de hoy en día se utilizan para correo electrónico, mensajería instantánea, acceso a Internet, tomar fotografías, como GPS, y para ver contenidos en vídeo, hacer pagos y ayudar a la seguridad del hogar, por no mencionar las llamadas telefónicas de toda la vida.

La tendencia de las expectativas de los consumidores es a que estén repletos de las más recientes características y a que funcionen en cualquier tipo de entorno, de forma fiable y sin ver afectada su calidad de sonido. Además de hacer que el espacio disponible dentro de la carcasa sea todavía más valioso para los diseñadores, esa misma tendencia está impulsando a una protección más duradera.

A merced de los elementos

Gore ha identificado varios tipos diferenciados de riesgo para los componentes de los smartphones: si no están bien protegidos los líquidos y partículas en suspensión en el aire pueden entrar en el teléfono a través de las aperturas acústicas del terminal (micrófonos, auricular y altavoz). Si los transductores acústicos se ven afectados la calidad de sonido puede deteriorarse, llevando por consiguiente a una avería del dispositivo.

El peligro de dañar el terminal es cada vez mayor. La gente está utilizando sus teléfonos en entornos cada vez más variados, arriesgándolos de forma creciente a daños por los elementos mencionados. Los smartphones están expuestos a la lluvia o a que les salpique un café, a caer en la arena de la playa, o en la piscina, cuando se toman fotos de los niños chapoteando en el agua.

Es más, a medida de que la complejidad de los smartphones va en aumento, se incrementan las oportunidades de que agua y partículas pongan en peligro el terminal. Los servicios –mayor uso de datos, pantallas táctiles, cámaras de alta resolución, varios transductores acústicos y múltiples componentes electromecánicos (por ejemplo, juntas de cierre y conectores flexibles)– han hecho mucho más difícil alcanzar la fiabilidad a largo plazo que se espera de los smartphones.

El agua, el eterno enemigo del móvil

Una de las situaciones más comunes que lleva a problemas es que el teléfono se moje, por algo tan simple como que la lluvia nos pille desprevenidos. Sin una adecuada protección de las aberturas acústicas ya puede uno despedirse de él… De hecho, cuando un teléfono sufre daños, en un 49% de los casos éste lo causa un líquido. El 29% de los usuarios ha derramado una bebida sobre el terminal, y el 20% lo ha dejado caer en el inodoro del WC.

ePTFE

A medida que aumente la sofisticación y valor de los smartphones estos necesitarán de mayores niveles de protección para garantizar un funcionamiento fiable. A tal efecto, Gore ha desarrollado elementos de ventilación que utilizan membranas de politetrafluoroetileno expandido (ePTFE). Su configuración de nódulos y fibras permite que pasen las moléculas de gas (aire) al tiempo que repelen totalmente el agua y las partículas sólidas. Aunque los materiales no tejidos pueden capturar partículas finas, los poros microscópicos de las membranas de ePTFE las bloquean prácticamente todas, con independencia de su tamaño o forma. Las membranas reaccionan rápida y fácilmente ante las ondas sonoras, convirtiendo la energía transportada por el aire en vibraciones mecánicas. Al otro lado de la membrana, las vibraciones vuelven a convertirse en sonido de elevada calidad; todo lo anterior proporcionando un 100% de resistencia al agua, ya se trate de una llovizna o de la inmersión completa del terminal. Las membranas de ePTFE son extremadamente finas: de 0,24 milímetros de espesor o incluso menos, dependiendo del tipo y aplicación, lo que aprovecha al máximo el valioso espacio del interior de la carcasa.

En particular, las partículas

Otra situación que suele darse es la entrada de partículas a través de las aberturas del terminal. No tiene por qué ser algo tan brutal como dejarlo caer en la arena de la playa: el polvo y suciedad de todos los días también pueden causar problemas. Los fabricantes de equipo original (OEM) pueden contrarrestar tal situación colocando una rejilla protectora en las aberturas acústicas. Pero la rejilla sólo logra capturar las partículas mayores que el tamaño de poro definido para el material (la anchura del cuadrilátero abierto entre las fibras). Generalmente la rejilla se elige según el tamaño mínimo de partícula que se quiere evitar.

Sin embargo, las pruebas que hemos hecho internamente demostraron que para determinar el nivel de protección que un material puede ofrecer, la forma de la partícula y su área de superficie son de mucha mayor importancia que el tamaño del poro. Por ejemplo, debido a su forma, ciertas partículas –como el cabello humano o las fibras metálicas, con una superficie igual o mayor que el tamaño especificado del poro– pueden aún así atravesar el material tejido. Es más, cada partícula bloqueada se queda sencillamente en la superficie de la rejilla, bloqueando el flujo del aire y reduciendo su capacidad como elemento de ventilación.

Ventajas de los materiales no tejidos

Los métodos específicos y las instalaciones propias de pruebas medioambientales han permitido a las empresas mostrar que, gracias a su estructura tridimensional, los materiales no tejidos pueden cazar partículas de una gran variedad de formas y tamaños. Al no estar constreñidos por las medidas específicas de poro es más probable que mantengan sistemáticamente el flujo del aire. Los elementos de ventilación de este material pueden proteger los componentes electrónicos más delicados de sustancias contaminantes a la vez que dejan respirar el interior de la carcasa. Así se pueden evitar daños o fallos del terminal debido a diferencias de presión entre el dispositivo interno y las condiciones ambientales.

El material tejido (arriba) captura partículas de tamaño igual o superior al tamaño especificado de poro, mientras que los materiales no tejidos (abajo) capturan una más amplia gama de tamaños y formas de partículas.

Bajo presión

Otra causa posible de problemas en dispositivos estancos son los cambios de presión. Pueden dividirse en dos grandes grupos: cambios rápidos de temperatura (llevar el terminal del interior cálido de un coche al tiempo frío del exterior) y cambios en la presión del aire (despegue o aterrizaje de un avión). En los smartphones que utilizan transductores resistentes al agua, los cambios en la presión interna pueden dañar su funcionamiento. Cuando en una cavidad o cámara acústica se acumula la presión ésta crea una distorsión en las superficies flexibles del transductor, como es el caso de los diafragmas del altavoz y/o del auricular. Tal situación puede reducir el rendimiento acústico y a la larga dañar el transductor.

En particular, en el caso de un terminal equipado con transductores resistentes al agua, para mantener un funcionamiento acústico de elevada calidad se necesitan elementos de ventilación de ecualización de presión. Evitan la distorsión del transductor que se describe más arriba igualando la presión dentro de la carcasa sin afectar la calidad de sonido.

Para que sean realmente eficaces, los elementos de ventilación acústicos y de equilibrio presión han de ser diseñados junto con el terminal, en una fase temprana del diseño del mismo. Sólo así se podrá aprovechar al máximo su rendimiento acústico a la vez que ofrecerán la mejor protección ante agua y partículas. Deben haber sido diseñados específicamente para electrónica portátil, utilizando materiales “transparentes” desde el punto de vista acústico, que repelan los elementos externos al tiempo que alivian la presión dentro de la carcasa, y de esta forma mantengan el rendimiento acústico. Las dimensiones de los elementos de ventilación son por lo general a medida, según las necesidades y requisitos de los clientes. Aún así, hay disponibles elementos de ventilación pre-cortados y diferentes tamaños según las dimensiones estandarizadas en el sector para altavoces, auriculares, micrófonos y también carcasas.

Averías más comunes de los smartphones

Las causas típicas de avería y de bajo rendimiento de estos componentes son:

  • Condiciones medioambientalesentrada de agua y de partículas en suspensión a través de puertos y conexionesdescarga de electricidad estática
  • Diferencias de presión (cambios de temperatura y/o altitud)abombamiento de las pantallasdistorsión permanente de los transductores
  • Fallos mecánicosgolpe debido a una caída accidentalfatiga por repetición de ciclo de uso
  • Calidad de sonido baja o deterioradaentrada de líquido y partículasruido del vientopartículas de metal sueltas en el conodiseño acústico

Más información:

Nombre: Rosa Adell

Empresa: W. L. Gore & Associates, S.L.

Título: Gerente de Ventas electrónica portátil

Teléfono: +34 93 480 6928

Email: radell@wlgore.com

Sitio web: www.gore.com/portableelectronics

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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