Las telcos se echan a temblar con la irrupción de Microsoft

La adquisición de Skype por parte de Microsoft, que supone la compra más cara que ha realizado
la compañía en sus 36 años de historia, pone en manos del Gigante de Redmond una marca que
mueve 200.000 millones de minutos de llamadas al año.

Publicado el 02 Jun 2011

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Después de varios días con rumores sobre la posible adquisición de Skype por parte de Cisco, Facebook o Google, el 10 de mayo saltó a los medios la noticia de que Microsoft compraba Skype –un empresa de telefonía y vídeo por Internet, con base en Luxemburgo, que surgió en 2003 tanto para particulares como para empresas– por 8.500 millones de dólares (5.922 millones de euros) en efectivo –el doble de lo que ofrecían sus rivales–, cantidad que incluye la deuda que arrastraba Skype de unos 1.000 millones de dólares. Esta cifra parece, en cualquier caso, demasiado elevada, dado que cuando la mayoría de los inversores que en la actualidad tienen participaciones de la empresa entraron en ella, hace menos de dos años, se valoró la empresa en unos 3.000 millones de dólares, poco más de los 2.600 millones de dólares en efectivo y acciones que pagó eBay cuando la adquirió en 2005, superando las ofertas de Google y Yahoo, también interesadas, aunque después no supo muy bien que hacer con ella, por lo que tras esta operación se puede decir que los fondos de capital riesgo (private equity) que han apoyado a Skype acertaron plenamente en su apuesta, y que eBay recuperará su inversión ya que a cambio del 30% de las acciones que aún le quedan recibirá unos 2.500 millones de dólares; también sus fundadores sacarán una suculenta tajada.

Esta ha sido, además, la compra de más envergadura realizada por Microsoft en toda su historia desde que se fundó la compañía en 1975. Microsoft, en lugar de comprar Skype, podría haber desarrollado una aplicación similar, pero ello le habría llevado mucho tiempo, y con la compra también se lleva a los suscriptores. Si no acierta, la jugada le procurará perdidas millonarias (ya se habla incluso de la segunda parte de una nueva burbuja tecnológica) puesto que un error estratégico puede dejar fuera de juego a cualquiera por grande que sea.

Skype, que será renombrada como Windows Really Live (WRL), está ahora mismo en la mitad de un extraño problema legal, puesto que los fundadores originales de la empresa, Niklas Zennstrom y Janus Friis están peleando por obtener los derechos intelectuales de la tecnología P2P que hace que el servicio de telefonía IP funcione. Precisamente, el uso de la tecnología P2P por Skype puede ser una posible razón de por qué Google no la compró cuando pudo hacerlo, ya que no encajaba en su estrategia, puesto que estaba apostando por el cloud computing y comprar Skype significaba tener que reescribir el software entero de la plataforma.

Servicios de telefonía por Internet
Skype no es la única empresa que ofrece servicios de telefonía por Internet (VoIP), pero si es la más popular, contando con más de 660 millones de clientes registrados. El negocio de Skype no está en dar cobertura gratis a conversaciones telefónicas, ni siquiera en financiarse o sufragarse con publicidad como hacen otros, aunque una base de 170 millones de usuarios es lo suficientemente grande para pensar en ello. Su negocio principal está en que consume más de 200.000 millones de minutos al año –aproximadamente el 25% de todas las llamadas internacionales del mundo–, una parte de ellos de pago, puesto que esas llamadas no están solo restringidas de ordenador a ordenador, sino que se pueden hacer a teléfonos fijos y móviles con unos costes que pagan los usuarios a unas tarifas mucho más baratas que las de los teléfonos convencionales, y de ahí su interés. Así, ya son, por ejemplo, más de 50 millones los usuarios de iPhone que se han descargado la aplicación en sus teléfonos.

La intención de Microsoft con esta compra es integrar Skype en Xbox, en Kinect, en teléfonos móviles con Windows y en otros servicios de la compañía (Outlook, Office 365, Messenger, Hotmail, Windows Live, y a su software de comunicaciones unificadas Lync). Microsoft también ha asegurado que tras el acuerdo respetará y apoyará a los clientes de Skype en otras plataformas que no sean las suyas propias.

El interés para Microsoft, según explica la propia compañía en su comunicado, es la diversificación de sus productos y que con 660 millones de usuarios registrados (aunque sólo unos 170 de ellos activos y menos de 8 de pago) y más de 207.000 millones de minutos de conversaciones de voz (58%) y vídeo (42%) en 2010, Skype ha sido un pionero en la creación de conexiones entre amigos, familiares y colegas de negocios. Entre otros aspectos, considera que Skype podría ayudar a impulsar las ventas de teléfonos móviles con el sistema operativo Windows Phone 7, con el que Microsoft hasta el momento ha tratado sin mucho éxito de hacerse fuerte en el mercado de los smartphones, dominado por el sistema iOS de Apple y por el Android, el software desarrollado por Google, para lo que también, hace tres meses, llegó a un acuerdo con Nokia para incorporar mayoritariamente el sistema operativo WP7 y el navegador Bing a sus teléfonos, aunque este acuerdo no supone el abandono por parte de Nokia de Symbian, su propio sistema operativo porque la alianza no impone el uso exclusivo de Windows Phone. Con un sistema operativo para móviles propio –el WP7– y, tras el acuerdo con Nokia, Microsoft logra con Skype la tercera pata que le faltaba para poder entrar en el negocio de las telecos, ofreciendo llamadas y videollamadas por Internet con un simple teléfono fijo o móvil a coste cero (el de la conexión a la red lo paga el usuario en cualquier caso).

Si bien estos datos y perspectiva de futuro son muy significativos, también hay que hacer notar que el modelo de negocio en el que se basa Skype no está del todo claro (las llamadas de usuarios dentro de Skype son gratuitas) y prueba de ello es que el año pasado perdió 7 millones de dólares (unos 5 millones de euros) pese a tener unos ingresos de 860 millones de dólares y un beneficio operativo de 264 millones de dólares (de hecho ha venido perdiendo dinero en cuatro de los últimos cinco años aun cuando ha cuadruplicado sus ventas). El precio que ha pagado Microsoft es de 10 veces los ingresos de Skype en 2010 y varias decenas veces superior a su última cifra de beneficios, por los que mucho han de cambiar las cosas para que Microsoft llegue a recuperar su inversión y es por ello que los analistas no se ponen muy de acuerdo en si Microsoft ha pagado demasiado o el futuro de la compañía lo merece, por lo que habrá esperar algunos años para poder comprobarlo.

Seguramente que en los planes de Microsoft entra conseguir sinergias con otros negocios digitales suyos así como otros soportes para distribuir publicidad y entrar en nuevos negocios, como es el de las telecomunicaciones, y de paso evitar posibles competidores en el futuro. Pero más que el propio valor del negocio de Skype, la compra de la plataforma de VoIP aporta a Microsoft una marca reconocida en Internet en unos momentos en los que busca aumentar su penetración entre los internautas y en el mundo móvil para hacer frente a sus rivales Google y Apple, que con sus Nexus, Android, iPhone, iPad, etcétera ya han conseguido un reconocimiento de marca y negocio muy significativos. Microsoft lo intentó hace algún tiempo con su teléfono “Kin”, que resultó un fracaso, y ahora lo intenta de nuevo. Una vez que se cierre el acuerdo de compra –en el plazo de un año se espera obtener la aprobación de los organismos reguladores–, Microsoft conseguirá de manera inmediata presencia en lo más de diez millones de smartphones que ahora tienen Skype Mobile, e incluso en teléfonos con Android de Google.

Amenaza para los operadores móviles
Lo que sí está muy claro con esta compra es que Microsoft intenta posicionarse en un mercado en el que hasta ahora no ha tenido éxito, cual es el de las telecomunicaciones, para diversificar su ámbito de negocio y tratar de buscar nuevas oportunidades que le permitan seguir creciendo. El negocio del software ya no es tan rentable, han parecido nuevos competidores y el mundo de los dispositivos evoluciona desde los PC hacia las tabletas y teléfonos móviles inteligentes, así que a Microsoft no le queda más remedio que invertir una parte de los beneficios obtenidos con su negocio alrededor de su sistema operativo Windows en tratar de comprar el billete de entrada en el mundo de las telecomunicaciones y de Internet, y eso lo ha hecho a base de talonario, pagando un elevado sobreprecio, con la adquisición de Skype, pero con la compra no solo obtiene la tecnología, sino los potenciales clientes a los que suministrarles nuevos servicios y obtener ingresos por los mismos así como de la publicidad asociada.

La entrada de Microsoft en el mundo de las telecomunicaciones puede suponer una gran amenaza a medio/largo plazo no solo para sus competidores tradicionales, como son Google y Apple, sino también para los operadores, sobre todo los de móviles, aunque hoy en día casi todos ellos, al menos los más grandes, ofrecen tanto servicios fijos como de móviles. Hasta ahora, la existencia de Skype ha supuesto una menor pérdida de ingresos para los operadores, ya que cualquier usuario ha podido bajarse gratis la aplicación, instalarla en su ordenador personal, y en algunos casos también en su teléfono móvil, y realizar llamadas de voz y/o vídeo, “gratis” entre usuarios de Skype o a un coste muy reducido a cualquier otro usuario de la red telefónica fija o móvil, tanto local, como nacional e internacional. En el futuro, esta pérdida de ingresos se puede ver aumentada con Microsoft detrás.
En el caso de las redes fijas, la mayoría de usuarios que utilizan Internet disponen de una conexión de banda ancha, bien mediante ADSL, cable o satélite, con una tarifa plana, por lo que realizar llamadas a través de VoIP con Skype no les supone ningún coste extra. En el caso de las redes móviles, aunque técnicamente es también posible, en la práctica no resulta tan sencillo, ya que no todos los teléfonos admiten la descarga de Skype y son muy pocos los operadores que permiten que se haga uso de esta aplicación a través de sus redes móviles, poniendo todos los impedimentos técnicos (bloqueando el tráfico o ralentizándolo) y legales (algunos incluyen cláusulas en los contratos prohibiéndolo expresamente, como es el caso de Movistar y de Orange <> <>) para ello, o si bien lo permiten, como en el caso de Vodafone, es sólo con determinados planes de tarifas, más caros que otros, por lo que al final no resulta tan rentable para los usuarios. Por su parte, Yoigo no lo admite en ningún caso.

Una gran mayoría de operadores móviles se ha opuesto al uso de soluciones VoIP a lo largo de estos años debido a que, principalmente, entraba en competencia directa con los planes de voz que ofrecían, pero, actualmente, los cada día más populares planes de datos abren las puertas a las conversaciones de VoIP, algo que ya está siendo ofrecido por varios de ellos. No sólo es que esté abiertamente permitido en varios países, sino que incluso algunas compañías lo promueven, aunque hay que tener en cuenta el ancho de banda que la VoIP consume, lo que en móvil puede llegar a ser un problema y causar que el usuario supere su límite si habla mucho.

Bloquear el tráfico VoIP
En Europa se está a favor de emitir normas que impidan a los operadores bloquear el tráfico VoIP (de hecho la comisaria europea Neelie Kroes tiene en su punto de mira a los operadores que puedan bloquear servicios de VoIP como el de Skype), alegando que es un abuso de su posición dominante en el mercado, mientras que en Estados Unidos, AT&T, primer socio de Apple para la distribución de su iPhone, trató de bloquear los servicios de telefonía IP en el teléfono ya que Iba contra su negocio el intento de sus suscriptores de ahorrar dinero usando servicios de telefonía IP como Skype, Nimbuzz, Fring, Truphone o Viber. Este bloqueo motivó una serie de denuncias que llevaron a la FCC, entidad supervisora de las telecomunicaciones en EEUU a analizar el tema, resolviendo que los operadores estarán obligados a admitir todas las formas de tráfico digital, incluyendo la telefonía IP, con lo que la situación ha cambiado y Skype puede ser descargado. Sin embargo, para obtener la certificación de Apple, Skype se ha visto obligada a reducir la funcionalidad del programa, siendo posible únicamente realizar llamadas de IP mediante Wi-Fi. Es decir, en este caso Skype no funciona mediante redes 3G, sino inalámbricas, pero algunos programas que se pueden descargar de la red “engañan” a los teléfonos y les hacen creer que están en una red Wi-Fi cuando en realidad están conectados a una red 3G.

Por su parte, Verizon Wireless permite a cualquier usuario de su red realizar y recibir llamadas desde y hacia cualquier usuario de Skype en el mundo, sin ningún tipo de límite y sea cual sea el dispositivo, incluidos los ordenadores personales de manera gratuita, y a teléfonos fijos con unas tarifas competitivas que hay que pagar a Skype. Así, Verizon ofrece Skype de serie en sus terminales e invita a usar VoIP en todos los terminales 3G sobre su red 3G, una situación distinta a la de AT&T. En Europa, en general, se es reacio a permitirlo, pero se están dando pasos en este sentido.

Microsoft y la industria del móvil
Parece que Microsoft se ha aliado con perdedores: Nokia –perdiendo mercado frente a sus competidores y superada en Europa por Samsung en el primer trimestre de 2011– y Skype. Si Microsoft hubiese adquirido Skype hace 6 años, cuando la compró eBay, la situación probablemente hubiese sido mucho peor para los operadores móviles, pero ahora ambas compañías están en una situación más difícil y Skype no ha sido capaz en todos estos años de hacer que su enorme base de clientes se tradujese en beneficios, quizás debido a que eBay no supo encontrarle un lugar. Microsoft, mientras tanto, ha tenido varios intentos fracasados de entrar en el negocio online y aún falta por ver si relanzando WP7 obtiene algún éxito. Durante este tiempo la industria móvil ha evolucionado y si Skype pudo ser un modelo de negocio disruptivo entonces, forzando a que los operadores prohibieran el tráfico VoIP en sus redes para pretejerse, ahora es una aplicación más entre miles de ellas.

El moviendo de Microsoft, comprando Skype, puede ser visto como una toma de posición en este mercado, para cuando llegue el momento, digamos de su “liberalización plena”, entrar a competir directamente con el negocio de voz de los operadores móviles, quitándoles una parte de esta suculenta tarta (cada llamada que se hace a través del software de Skype es dinero que dejan de ingresar los operadores, a pesar de que sus clientes pagan por las tarifas de datos), que aunque ya no es tan grande como antes y está perdiendo fuerza frente a los datos, sigue siendo un suculento bocado para cualquiera con fuerza para pegarle un mordisco.

Los operadores, para defenderse, tendrán que apostar no por la simple venta de minutos de voz, sino por ofrecer una amplia gama de servicios de banda ancha de una manera competitiva y con calidad, algo que no todos están en disposición de hacer o saben bien como hacerlo, ya que el mundo de las aplicaciones está dominado por los nuevos entrantes, como son Google, Apple…y ahora Microsoft, a la que le será muy difícil convencer a los operadores móviles para que utilicen teléfonos móviles con el software de Windows, ya que lo verán como una amenaza.

Otro asunto relacionado con esta adquisición es la migración hacia las redes de 4G (LTE). Con la voz sobre 4G un asunto aún sin resolver para muchos operadores, Microsoft tiene la oportunidad de utilizar el conocimiento de Skype para proporcionar un estándar de facto, creando un serio reto para iniciativas de los operadores, como pueda ser VoLTE. Así pues, la compra de Skype tiene el potencial para reposicionar a Microsoft en la industria del móvil si lo hace bien, pero todo está por ver y Microsoft tendrá que manejar este tema con mucha delicadeza y astucia para no perder.

Como conclusión, si bien Skype no es visto como la amenaza que antes fue, los operadores no se mostrarán muy entusiasmados con unos dispositivos que integren Skype y que pueden canibalizar minutos de tráfico de voz y vídeo; así, esta compra de Skype pudiera perjudicar su reciente alianza con Nokia y el desarrollo de WP7. Desde luego, los 8.500 millones de dólares que ha pagado Microsoft por Skype serán, como poco, esos millones menos en la cuenta de resultados de los operadores móviles ya que Microsoft buscará recuperar su inversión a toda costa.

La telefonía por Internet
La Voz sobre IP (VoIP) es una tecnología que permite enviar voz (originalmente analógica) sobre redes de paquetes, como pueda ser Internet, tras un proceso de digitalización de la misma y su conversión en ceros y unos, de tal forma que pueda ser tratada como datos. De esta manera se puede comprimir y, además, al utilizar redes de conmutación de paquetes, en lugar de las de conmutación de circuitos, aprovechar la ventaja de que la mayoría de usuarios accede a las mismas mediante una tarifa plana, con lo cual el coste de una comunicación “telefónica” se puede decir que es cero.

Este hecho se viene aprovechando desde hace varios años en las redes fijas, utilizando programas como, por ejemplo, Skype, o Google Voice, Apple Facetime y, aunque se pierde algo en calidad del sonido, la ventaja que supone el ahorro de precio compensa con creces esa disminución. La telefonía por Internet está contemplada y permitida por los diferentes organismos de regulación, y de hecho hay operadores que la ofrecen comercialmente a sus clientes en distintas modalidades utilizando las redes fijas, pero cuando se trata de las redes móviles la situación es algo diferente y no siempre está permitido hacerlo.

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Redacción RedesTelecom

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