En cuanto a la situación española Varsavsky se queja de que aquí, con las fusiones, hay cada vez menos bancos y, consecuentemente, menos gente que tome decisiones. Cuando un empresario tiene un proyecto nuevo va a un banco a pedir dinero. Es lo que hizo para montar Jazztel. En mi caso fue al BCH, antes de la fusión, y me lo negaron porque ellos ya eran inversores en Retevisión. Y eso no debería ser óbice para que me prestasen el dinero porque su obligación es prestar dinero a quién lo pueda devolver. Afirma que el banco no ponía en cuestión la calidad del cliente como prueba que, posteriormente, recibiesen un crédito a través de un préstamo internacional sindicado. En realidad era simplemente que se podía producir una violación de su acuerdo con Retevisión si apoyaban a una empresa competidora.
Después del servicio de telefonía fija vino la pérdida del concurso de UMTS y la apuesta por Internet con el portal ya.com. Un portal que retuvo durante un año y que se vio obligado a vender. Varsavsky afirma que no quería hacerlo pero que le obligaron los accionistas por las cuantiosas pérdidas de la compañía, de unos cinco millones de euros (832 millones de pesetas) mensuales. Ya.com, empresa filial de Jazztel, tenía un año de vida y fue traspasada a T-Online por 550 millones de euros (más de 91.500 millones de pesetas) en metálico y acciones.
Pero además de sus iniciativas empresariales para ganar dinero, Varsavsky ha dado muestra de su altruismo, al intentar conjugar los intereses del sector público y privado en el campo de la educación y las nuevas tecnologías. Pretende convertir Internet en una herramienta familiar para los estudiantes de su país, Argentina, donde sólo un 2 por ciento tiene acceso a la Red. Para ello trata de adoptar un enfoque diferente al habitual. En lugar de que sea el Gobierno quien financie a las universidades para que dispongan de acceso a Internet, se buscan emprendedores que realicen esta tarea. Para ello ha puesto diez millones de dólares de su bolsillo.
Martín Varsavsky es un empresario argentino diplomado en Relaciones Internacionales y Administración de empresas por la Columbia University de Nueva York, que ha fundado en catorce años cuatro empresas, todas con buen resultado. La primera de ellas, a sus 24 años, fue Urban Capital, promotora de hoteles y edificios en Nueva York. Un año después puso en marcha Medicorp Sciences de Montreal, empresas creada en esa ciudad y dedicada a la biotecnología que fabrica reactivos para el SIDA y el cáncer. Su tercera aventura empresarial fue Viatel Ltd, dedicada a las telecomunicaciones internacionales. La puso en marcha en 1991 y le sirvió para entrar por la puerta de atrás y casi de tapadillo en el mundo de las telecomunicaciones y salir como un triunfador por la puerta principal. Viatel es una operadora que empezó a explotar un nuevo concepto el call back. Las llamadas internacionales eran muy caras en todo el mundo, mientras que en Estados Unidos estaban liberalizadas. Así Viatel canalizaba todas las comunicaciones de sus clientes por Estados Unidos, independientemente del país de origen y destino, y las cobraba a mitad de precio. El éxito fue espectacular y la empresa, en la que también participaba el financiero George Soros, salió a bolsa e hizo rico al joven emprendedor. En la actualidad su valor supera los mil millones de euros (166.386 millones de pesetas) y cotiza en la bolsa de Nueva York.
Y por último llegó Jazz Telecom, compañía que actualmente preside y que se vanagloria de ser la primera firma española dedicada a la construcción de accesos de fibra óptica para las empresas. Su objetivo es cablear a las 100.000 compañías más grandes de la Península Ibérica y unirlas mediante una red troncal nacional e internacional.
Martín Varsavsky es el presidente de una compañía a la que bautizó Jazztel por su afición al jazz, ese tipo de música menos elitista que la ópera o la música clásica.
Una de las claves del éxito inicial de Jazztel fue su agresiva campaña de publicidad para el lanzamiento del servicio de telefonía fija. Esa campaña levantó ampollas en la competencia, porque se hacía una publicidad comparativa de las tarifas interprovinciales de las diferentes operadoras y las de Jazztel eran un 50 por ciento más baratas.
Muy recientemente Antonio Cantón, uno de los protagonistas de esta campaña, se ha unido a Xfera, operadora que sí consiguió una licencia de UMTS al contrario de Jazztel. Sin duda ha sido un duro golpe para Varsavsky que, de todas formas, no puede poner el grito en el cielo porque él hizo lo mismo con altos ejecutivos de Telefónica y otras compañías españolas.
Varsavsky tiene muy claro que el único capital de la empresa es el humano y lo busca donde haga falta.
Considera que su principal agresividad consiste en hacer socios a los trabajadores y empresarios a los ejecutivos, lo que no gusta a los empresarios tradicionales.
Su enfoque de los negocios tiene tres prioridades los clientes, los empleados y los inversores. No me ocupo de trabajar las relaciones con el gobierno ni de hacer lobby.Mi lobby son los miles de usuarios que tenemos contentos y creo que la tarea del gobierno es crear las condiciones para que la economía crezca.




