Las operadoras móviles están de suerte. Ericsson ha anunciado, en el marco del congreso de movilidad celebrado estos días en Barcelona, que a lo largo del año en curso pondrá en el mercado la serie RBS 6000, la nueva generación de antenas de telefonía móvil que se caracteriza por ser multiestándar y estar preparadas para dar cobertura tanto en GSM/EDGE, como WCDMA/HSPA y el futuro LTE.
Este lanzamiento supone no sólo una sensible reducción de la inversión en antenas móviles ya que se minimizan “los costes de migración en tanto que permiten reutilizar el equipamiento desarrollado y además pueden ser instaladas en emplazamientos ya existentes”, sino que también permiten a la operadora cambiar de una tecnología a otra sin tener que adquirir una nueva antena.
La serie RBS 6000 cuenta con un diseño compacto, de manera que requiere sólo el 25 por ciento del espacio que ocupaban las anteriores generaciones de antenas. A pesar de su tamaño, la serie RBS 6000 ha duplicado su capacidad, al tiempo que reduce el consumo entre un 20 y un 65 por ciento con respecto a las estaciones base que Ericsson comercializaba hasta la fecha.
Las antenas multiestándar, que pueden instalarse en interiores, exteriores e incluso disponen de una versión empaquetada en remoto, cuentan con un control de temperatura ubicado en un único armario, de manera que su mantenimiento y formación es menor que en otros casos, al tiempo que son antenas más fáciles de transportar e instalar.




