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Se necesitan entre 2,6 y 2,8 billones de dólares para cerrar la brecha digital mundial



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Es el coste que estima la ITU que supondría lograr conectar a todo el mundo de manera efectiva para 2030. La expansión de las redes de banda ancha a las poblaciones insuficientemente atendidas representa el mayor coste

Publicado el 11 sept 2025

Cristina Albarrán

Directora de Redes&Telecom



Se necesitan entre 2,6 y 2,8 billones de dólares para cerrar la brecha digital mundial
Se necesitan entre 2,6 y 2,8 billones de dólares para cerrar la brecha digital mundial

Lograr una conectividad universal y efectiva a Internet en 2030 podría requerir una inversión de entre 2,6 y 2,8 billones de dólares. Así lo indica el Plan de Acción para Conectar a la Humanidad publicado por la ITU y la Comisión de Comunicaciones, Espacio y Tecnología (CST) del Reino de Arabia Saudita. Esta cifra es casi cinco veces superior a la de la última evaluación realizada en 2020.

No obstante, del montante estimado recientemente, el componente de inversión más importante -de 1,5 a 1,7 billones-, sería para la infraestructura física, junto con una financiación sustancial para la capacitación humana e institucional, principalmente en los países en desarrollo.

La expansión de las redes de banda ancha a las poblaciones insuficientemente atendidas representa el mayor coste

El informe destalla los desafíos, costes estimados y estrategias de colaboración necesarias para garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, tengan acceso a Internet, incluida la tercera parte de la población que actualmente se calcula permanece desconectada.

Principales costes para conectar al planeta en 2030

Según el documento, así se repartirían los principales costes para lograr esa conectividad universal y efectiva:

Infraestructura digital – de 1,5 a 1,7 billones

La expansión de las redes de banda ancha a las poblaciones insuficientemente atendidas representa el mayor coste. En el informe se estiman los costes del despliegue de redes de fibra en zonas urbanas y sus alrededores, redes inalámbricas fijas 4G en zonas rurales y satélites en los lugares más remotos.

Asequibilidad – 983.000 millones

Reducir el coste de los teléfonos inteligentes y de los servicios de banda ancha, tanto fijos como móviles, es fundamental para que las personas y los hogares de todo el mundo, especialmente los de las regiones de ingresos bajos, puedan permitirse conectarse y mantenerse en línea.

Competencias digitales – 152.000 millones

La conectividad por sí sola no es suficiente, las personas deben tener las competencias necesarias para utilizar Internet eficazmente. Las inversiones para financiar iniciativas de alfabetización digital a gran escala pueden empoderar a las personas para que accedan a la educación en línea, consigan mejores empleos y participen activamente en una sociedad digital.

Política y reglamentación – 600 millones

La modernización de la reglamentación y la creación de entornos políticos predecibles en todo el mundo son esenciales para desbloquear la eficiencia y promover la innovación. Aunque esto representa el componente de coste más pequeño, frena la transformación digital y mantiene las otras brechas. El impacto de cerrarlas sería enorme, sostienen.

Solución: colaboración público-privada

Como se destaca en el Plan de Acción para Conectar a la Humanidad, los avances mundiales en materia de conectividad han sido desiguales, y los 46 países menos adelantados del mundo han quedado muy rezagados debido a los obstáculos financieros, los conocimientos técnicos limitados y la falta de fiabilidad de la infraestructura.

Para hacer frente a estos desafíos, la UIT pide enfoques empresariales innovadores y una colaboración renovada entre los gobiernos, la industria tecnológica, las instituciones de financiación del desarrollo y la sociedad civil, a fin de cerrar las brechas actuales y evitar brechas futuras, especialmente en campos como la inteligencia artificial (IA).

El informe concluye con recomendaciones para acelerar la inclusión digital en todo el mundo, incluida la utilización de las escuelas como puertas de acceso a Internet, la inversión en infraestructura energética en África y la mejora de la recopilación de datos a nivel subnacional.

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