La zona euro está experimentando una moderación gradual en la inflación general y una estabilización económica relativa, pero el sector europeo de telecomunicaciones sigue enfrentándose a presiones estructurales de costes que pesan sobre la rentabilidad, sostiene un informe de Morningstar DBRS, la agencia global de calificación crediticia.
El incremento de los salarios y las limitaciones regulatorias que están mermando la expansión de ingresos medios por usuario (ARPU) están creando un entorno desafiante para los operadores de telecomunicaciones.
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Se estabiliza la rentabilidad
De acuerdo con el análisis, el margen medio de EBITDA para los principales operadores europeos de telecomunicaciones se contrajo aproximadamente entre 30 y 50 puntos básicos entre 2022 y el primer semestre de 2025. Aunque los operadores siguen haciendo frente a “vientos estructurales en contra” —como crecientes presiones salariales, restricciones de precios competitivas y mayores requisitos de inversión en red— las cifras recientes de junio de 2025 apuntan a una recuperación modesta de los márgenes.
Tales mejoras, respaldadas por sólidas posiciones de liquidez, una gestión disciplinada de costes e iniciativas continuas de eficiencia, subrayan la resiliencia subyacente del sector. Aunque la compresión de márgenes sigue siendo un riesgo a medio plazo, advierten, los últimos resultados sugieren que los operadores están empezando a estabilizar la rentabilidad tras varios años de presión.
Los operadores están empezando a estabilizar la rentabilidad tras varios años de presión
En este sentido apuntan que algunos operadores han superado con éxito estos retos mediante la innovación tecnológica, la diversificación geográfica y medidas disciplinadas de eficiencia operativa. Medidas proactivas que ponen de manifiesto el potencial de acciones estratégicas para mitigar las presiones a largo plazo sobre los márgenes y crear diferenciación entre competidores.
“Creemos que las implicaciones crediticias a corto plazo probablemente se limitarán para operadores con una fuerte ejecución operativa, exposiciones diversificadas al mercado y estrategias proactivas de racionalización de costes”, recalcan. Además, consideran que los balances de la mayoría de los actores son lo suficientemente sólidos como para soportar cierta presión sobre los márgenes operativos sin un riesgo material para la calidad crediticia. No obstante, también reconocen que las entidades con mayor apalancamiento, posiciones competitivas más débiles o exposición a mercados de consumo fuertemente regulados pueden enfrentarse a un deterioro creciente del crédito con el tiempo.
ARPU estancado, menos oportunidades de ingresos
Por otra parte, el informe alude a un aumento del consumo medio mensual de datos de banda ancha fija en los hogares europeos impulsado por el teletrabajo, el streaming de vídeo en ultra alta definición, los juegos online y los servicios basados en la nube. Sin embargo, a pesar de este aumento sustancial en la demanda de datos, el ARPU se ha mantenido mayormente estancado en términos nominales, “limitado tanto por marcos regulatorios de precios como por la feroz competencia del mercado”. En la Unión Europea, tanto los reguladores nacionales como organismos paneuropeos como el Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (BEREC) imponen normas estrictas destinadas a garantizar un acceso asequible a los servicios de comunicaciones, “limitando la capacidad de los operadores para subir precios incluso ante el aumento de los gastos operativos”, afirman en el documento.
Los marcos regulatorios en toda Europa siguen limitando la flexibilidad de precios de los operadores
E insisten en que los marcos regulatorios en toda Europa siguen limitando la flexibilidad de precios de los operadores, ya que las normas nacionales y las directrices de BEREC generalmente restringen los ajustes anuales de tarifas. Estas limitaciones, combinadas con un escrutinio minucioso de las prácticas de precios en fusiones y minoristas, merman la capacidad de los operadores para superar costes operativos más elevados. Como resultado, se espera que el crecimiento del ARPU se mantenga en general estable, reforzando un entorno de ingresos estructuralmente bajo en el sector.
Una inflación más baja no se traduce en costes más bajos
El sector europeo de telecomunicaciones sigue enfrentando una disminución generalizada de márgenes, reflejando tanto presiones estructurales como cíclicas. En el análisis que Morningstar DBRS hace de los principales operadores —Deutsche Telekom, Vodafone, Orange, Swisscom, Telefónica, Telenor y TIM Group— observa un descenso estructural en el rendimiento de los márgenes de cara al futuro. Lo que representa un cambio importante en la dinámica de rentabilidad del sector. “A pesar de nuestra expectativa de trayectorias de ingresos relativamente estables en muchos mercados, los operadores no han podido compensar completamente sus crecientes bases de costes, lo que ha provocado una erosión neta del margen. Este estrechamiento de márgenes es un desafío compartido entre las principales operadoras europeas”.
Asimismo, expresan que pese a que la inflación retrocedió desde su pico en 2022, persisten presiones inflacionarias subyacentes en el sector servicios. Esto presenta desafíos claros para los operadores de telecomunicaciones, cuyas estructuras de costes están fuertemente expuestas a la inflación relacionada con los servicios. Los componentes intensivos en mano de obra, como las operaciones de red, la ciberseguridad y el servicio al cliente, siguen generando un aumento elevado de los costes a pesar del enfriamiento de la inflación general.
El gasto de personal sigue siendo el factor más potente de erosión de márgenes para los operadores de telecomunicaciones europeos
El gasto de personal sigue siendo el factor más potente de erosión de márgenes para los operadores de telecomunicaciones europeos, con costes que representan aproximadamente el 27% del gasto total. Esto resulta especialmente complicado debido a las necesidades continuas de personal en el sector y a mercados laborales ajustados. Sobre este particular, la agencia crediticia sostiene que “la inflación salarial no puede neutralizarse sólo con reducciones de plantilla, convirtiendo la nómina en un gasto fijo y creciente en una era de crecimiento limitado de ingresos”.

En consecuencia, la exposición de los operadores de telecomunicaciones a la inflación estructural relacionada con los servicios supone una presión continua sobre los costes. Esto se intensifica todavía más por la baja flexibilidad de precios, especialmente en comparación con sus homólogos estadounidenses o canadienses. En Europa, los operadores se someten a un escrutinio regulatorio más estricto, bases de consumidores sensibles al precio y una intensa fragmentación del mercado, y varios países cuentan con cuatro o más operadores de red móvil. Esta competencia estructural contrasta con los mercados norteamericanos, donde la consolidación ha llevado a un mayor poder de fijación de precios.
En Europa, los operadores se someten a un escrutinio regulatorio más estricto, bases de consumidores sensibles al precio y una intensa fragmentación del mercado
La innovación como contramedida
En este contexto, los operadores recurren cada vez más a la automatización y a las actualizaciones de infraestructuras para mitigar el crecimiento de costes. Las soluciones impulsadas por inteligencia artificial, especialmente en operaciones orientadas al cliente, se están desplegando en todo el sector para reducir la intensidad laboral rutinaria. Paralelamente, la transición de la infraestructura de cobre tradicional a la fibra no sólo apoya la calidad del servicio digital, sino que también es significativamente más eficiente energéticamente y puede reducir los gastos de mantenimiento hasta en un 35% en comparación con sus homólogos de cobre. Estas innovaciones probablemente mitigarán el impacto global de las presiones estructurales sobre los salarios y potencialmente mejorarán los márgenes operativos, vaticinan.
Resiliencia financiera
Como conclusión, el informe confirma que, a pesar de la persistente presión de márgenes en el sector europeo de telecomunicaciones, los operadores continúan demostrando un alto grado de resiliencia financiera. Los balances siguen siendo relativamente sólidos, respaldados por niveles moderados de apalancamiento y una estabilización de las ratios interés-cobertura en 2024, que incluso mostró una ligera recuperación. Al mismo tiempo, la intensidad del flujo de caja libre ha mejorado en los últimos tres años, “reflejando un gasto de capital disciplinado, una normalización gradual de la conversión de efectivo y canales de inversión más selectivos”.
Estas tendencias sugieren que, aunque los márgenes pueden contraerse modestamente a corto y medio plazo, la mayoría de los operadores mantienen suficiente liquidez generada internamente y flexibilidad financiera para absorber la volatilidad de los beneficios a corto plazo. La dinámica actual del mercado —que apunta a una posible estabilización o una ligera recuperación de márgenes para los operadores más grandes— combinada con la resiliente generación de flujo de caja del sector y sus posiciones de financiación generalmente sólidas, indican que “un deterioro significativo en los perfiles financieros de las compañías europeas de telecomunicaciones parece poco probable en un futuro previsible”, concluye.









