Las redes de alta capacidad se abren paso aceleradamente

Podemos afirmar que las redes de alta velocidad serán imprescindibles en el futuro.

Publicado el 29 Nov 2011

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Antes de nada, es importante remarcar que la tecnología de transporte 100 G y Ethernet 100 G no son la misma cosa. 100 G significa transporte, proporcionado por equipamiento de transporte óptico, y ha sido diseñado para agilizar la transmisión de cualquier tipo de datos; mientras que Ethernet 100 G son datos encapsulados en formato Ethernet – normalmente suministrados desde y entre routers IP o equipos de conmutación Ethernet.

La prestigiosa consultora Heavy Reading espera que se genere gran interés en el transporte 100 G, con hincapié en los despliegues de pruebas de campo y en los transportes comerciales adicionales. Uno de los principales motivos para la adopción de la tecnología será la necesidad de conectar interfaces Ethernet 100 G en losrouters core. Conforme el mercado para módulos 100 G madure, el transporte 100 G será la tecnología dominante para soportar estos servicios.
En general, estas redes de alta capacidad tienen múltiples beneficios que mejoran el rendimiento y el negocio de muchas empresas. También cuentan con ventajas muy significativas en campos como la investigación y la medicina. Las empresas y los investigadores ya obtienen los frutos de estas ventajas y cada vez más personas verán esos beneficios de forma palpable. Los ejemplos hablan por sí solos.
Ethernet 100 G acelera las interconexiones entre servidores, switches y routers para distancias más cortas, agiliza las aplicaciones informáticas empresariales en múltiples emplazamientos, e incrementa la memoria y las velocidades de procesamiento multinúcleo en entornos de centros de datos. No es sorprendente que las interconexiones de centros de datos sean la principal aplicación que dirigirá este mercado, puesto que se necesita capacidad adicional para hacer frente a los requerimientos de ancho de banda masivos entre emplazamientos.
. En Europa, Verizon lo está desplegando sobre un enlace entre París y Frankfurt, proporcionando conectividad a empresas en estas importantes áreas de negocio y ayudando a establecer Ethernet 100 G como la conectividad empresarial a gran escala del mañana.
Para compañías en áreas que requieren gran ancho de banda, como la computación en la nube, el almacenamiento de datos y el suministro de contenidos –Facebook, Google y MySpace son los ejemplos más obvios– el potencial de Ethernet 100 G es evidente. Con el rápido crecimiento del consumo de datos, hay una enorme demanda para las redes de alta capacidad, escalables y rentables que faciliten nuevos modelos de negocio en áreas asociadas con los contenidos enriquecidos y el vídeo. Así y todo, esta tecnología también va a ser crucial para los sectores más tradicionales, como las finanzas, la sanidad y la investigación.
. La información es el activo más valioso de las instituciones financieras, lo que les lleva a grandes inversiones en centros de datos para poder gestionar ambiciosos objetivos de tiempo en cuanto a replicación y recuperación. Especialmente en la actual coyuntura financiera internacional la información para manejar datos, alcanzar el máximo rendimiento y tomar decisiones para obtener las mejores cifras de negocio es fundamental. La creciente complejidad de las operaciones financieras requiere unas capacidades que sólo determinadas tecnologías pueden ofrecer. La llegada de Ethernet 100 G permitirá a los directores de TI en el sector financiero solucionar el cuello de botella que están padeciendo hoy en día y escalar sus redes para dar con las crecientes necesidades de ancho de banda.

La investigación es el mayor ejemplo de un sector donde las redes de alta capacidad pueden tener un impacto significativo, desde la medicina a la física aplicada. La red estadounidense de I+D Internet2 ha sido protagonista a la hora de anunciar la necesidad de enlaces Ethernet 100 G entre instituciones de investigación y su compromiso con la tecnología. Redes de otros países han seguido el mismo camino y han apostado por el 100 G como tecnología. Es el caso de la francesa RENATER, de la británica JANET, de la canadiense CANARIE o de las más recientes: la holandesa SURFNET y la rumana RoEduNet. Los administradores de todas ellas han sabido ver los múltiples beneficios que la tecnología tiene para la investigación.
La tecnología Ethernet 100 G proporcionará a la comunidad de investigadores y educadores los medios para continua robteniendo logros científicos gracias a las conexiones entre emplazamientos y facilitando innovadores experimentos en campos que cambiarán nuestras vidas. Las necesidades de la investigación pueden significar petabytes de datos transferidos entre diferentes ubicaciones para su análisis de manera rutinaria. Y en este sentido la tecnología 100 G es capaz de transmitir un petabyte de datos en tan sólo 12 horas. ¿Qué implica esto en la investigación? Una mayor velocidad supone una mayor capacidad de procesamiento de datos de centros interconectados que colaboren en una misma investigación. Si cada centro envía y recibe información a mayor velocidad, además de obtener los resultados más rápidamente, mejorará el rendimiento general de los centros. Si pensamos en una red de investigación que genere una gran cantidad de datos muy complejos de múltiples fuentes en distintas ubicaciones, podemos pensar en el CERN, a la sazón cuna de la World Wide Web, como paradigma. Científicos de muchos países colaboran intercambiando información con cálculos y cifras muy complejas, dada la naturaleza de la investigación en física de partículas. Todo ello requiereuna enorme infraestructura de redes capaz de soportar esos flujos de datos.
La investigación espacial es otro campo paradigmático en el intercambio de grandes flujos de datos. La captación de datos astronómicos, ya sea obteniendo imágenes de luz visible mediante telescopios o a través de otras ondas del espectro, requiere instalaciones que están repartidas por todo el mundo en función de determinadas condiciones climatológicas y de observación. El motivo es que observación de un cuerpo o fenómeno astronómico no puede ser sostenida en el tiempo por un solo centro por el factor horario o en ocasiones, climatológico.
Es por eso que el radiotelescopio de Arecibo ubicado en Puerto Rico ha de colaborar con el Very Large Array de Nuevo México. También el Observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias hace lo propio con el de Mauna Kea en Hawai. Así, la colaboración entre países y agencias espaciales, con sus correspondientes instalaciones, es muchas veces esencial. Por todo ello, también requieren una infraestructura de red que sea capaz de soportar esos flujos de información. Para grandes distancias, se tiende a pensar en la comunicación por satélite por sí sola, pero no puede soportar grandes cantidades de flujo de datos de forma sostenida. Por eso, la tecnología 100 G es ideal para estos cometidos. Potencial para la medicina
Las redes de alta capacidad también tienen el potencial para revolucionar la medicina. El ejemplo más visible es el de la telemedicina por videoconferencia. Hoy en día es una práctica habitual en países con insuficiente presencia sanitaria o en misiones militares internacionales. Para un cirujano que esté llevando a cabo una operación en la que emplea remotamente un enlace de vídeo, cualquier fallo en el sistema puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Así, los miembros de la coalición de la ISAF la practican habitualmente en Afganistán con sus soldados heridos, mientras reciben instrucciones de hospitales ubicados a miles de kilómetros de distancia. Tal es el caso en España del Hospital Central de la Defensa en Madrid, que permite asistir a la base de Qala-I-Naw. Además, muchos buques de la Armada ya incorporan la infraestructura necesaria para poder practicar por videoconferencia y en un futuro se planteará la necesidad de la alta definición. Hoy en día, quizá las redes sean capaces de soportar la demanda de ancho de banda de este limitado número de videoconferencias pero no hay duda de que aumentará en el futuro, así como aumentará para la alta definición por su capacidad de mostrar más detalles médicos. Todo esto supondrá un reto para las redes.
Por otro lado, no todo es telemedicina por videoconferencia. En un futuro próximo será una realidad extendida la monitorización remota de pacientes y el intercambio masivo de datos sanitarios, independientemente de la naturaleza de los archivos. Y aquí, la mayoría de las aplicaciones de E-Health requieren tremendas cantidades de ancho de banda si van a ser compartidas a través de una red del sistema sanitario. Por ejemplo, hoy en día, una simple imagen médica 3D pesa más de un Giga y es improbable que se comparta entre distintos centros precisamente por su peso. Los médicos todavía se basan excesivamente en informes escritos. Si a ello se une la diversidad de formatos y la multiplicidad de administraciones sanitarias, esta dependencia excesiva en informes escritos genera retrasos y lamentables errores, que por desgracia, se han materializado a veces en negligencias médicas. Pero esto irá cambiando a medida que se desarrolle la tecnología de intercambio de datos médicos. Compartir información médica y monitorizar pacientes remotamente supondrá un tráfico significativo, poniendo una gran presión sobre la red subyacente y creando la necesidad de más capacidad. Además del día a día en el Sistema Sanitario, como ocurre con otros campos de investigación antes descritos, el progreso médico dependerá de que los grandes cerebros puedan trabajar juntos, haciendo realidad unas mejores conexiones entre clínicas, hospitales e instituciones de investigación. Pero tal modelo sólo puede funcionar con el soporte de una infraestructura altamente fiable y duradera.
Todas estas aplicaciones prácticas son ya una realidad, pero no son más que la punta del iceberg de lo que está por venir. Si los operadores de servicio, administraciones públicas, empresas y centros de investigación apuestan por la tecnología de las redes de alta capacidad, no sólo repercutirá en su trabajo de manera positiva y obtendrán mejores resultados sino que terminarán por mejorar la vida de muchas personas.
, abrirán las puertas a la innovación, obteniendo mejores resultados con los procesos de negocio, logrando más éxitos con la investigación y haciendo a los servicios más eficientes. En definitiva, mejorarán nuestra calidad de vida.

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Redacción RedesTelecom

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