Tras el retraso en la llegada de la telefonía de 3G hasta el año 2003, ahora la británica Vodafone da un nuevo golpe a esta tecnología al anunciar que sólo podrá garantizar una velocidad mínima de 64 Kbps en su red 3G.
La operadora disminuye así hasta seis veces la velocidad prevista por los analistas, fijada entre los 144 y los 384 Kbps como media.
La reducción anunciada por Vodafone atañe directamente a la capacidad de las redes de 3G de ofrecer servicios multimedia; una velocidad de 64 Kbps es suficiente para mejorar la calidad de los servicios de texto, pero está muy por debajo de la necesaria para recibir archivos de sonido o imagen con la calidad requerida.
Esto hace pensar que las redes 3G podrían adaptarse mejor a las necesidades empresariales, en utilidades como el acceso a intranets corporativas desde un ordenador portátil, más que en servicios multimedia prometidos en un primer momento como la descarga de vídeo clips en dispositivos de bolsillo.
La noticia de esta reducción en la velocidad de transmisión de datos de su red, hizo que las acciones de Vodafone descendieran en un 3,7 por ciento.




