Según el estudio eEurope elaborado por Accenture por cuarto año consecutivo, el uso del comercio electrónico continúa creciendo en nuestro país, aunque por debajo de la media europea, mientras que los directivos mantienen una actitud cada vez más optimista respecto a esta cuestión.
Los ejecutivos españoles se muestran entusiasmados con la utilización del comercio electrónico. Un 73 por ciento afirma que se consolida como un elemento vital para la supervivencia de sus negocios, aunque continúan mostrando ciertas reservas y sólo un 17 por ciento reconoce que el comercio electrónico forma parte importante del modo en que opera.
En definitiva, España aparece como algo rezagada o seguidora gradual del nuevo modelo comercial, en opinión del 67 por ciento de los ejecutivos encuestados; a pesar de que el 50 por ciento se muestra satisfecho y reconoce el éxito de sus programas de comercio electrónico, motivo del que se deriva que un 71 por ciento asegure tener interés en incrementar sus inversiones en este proyecto durante los próximos doce meses.
Según la consultora, el desarrollo del comercio electrónico en nuestro país se ve frenado por la escasa penetración del ordenador personal, solo del 14 por ciento, lo cual influye directamente en el acceso a Internet que es de tan solo un 13 por ciento
Por su parte, también las empresas europeas siguen realizando inversiones en esta actividad a pesar de la crítica situación económica en la que se encuentra el sector de las tecnologías, donde el 60 por ciento de los ejecutivos ha declarado que incrementará sus fondos para comercio electrónico en un 15 por ciento a lo largo de los próximos doce meses.
A su vez, en el Viejo Continente las compañías proyectan iniciar nuevas modalidades de comercio electrónico, el 49 por ciento tiene intención de penetrar en el comercio inalámbrico, el 24 por ciento con tecnologías de reconocimiento de voz y el 25 por ciento, planea realizar comercio a través del televisor. Con todo ello, el desfase entre Europa y Estados Unidos en lo que a la adopción del comercio electrónico se refiere ha sido reducido hasta los doce meses, aunque se sigue apreciando falta de confianza por parte de los usuarios.
