Cinesa y The Offline Club Barcelona han presentado los Offline Screenings, una iniciativa que propone vivir el cine sin teléfonos móviles y recuperar la atención plena en la gran pantalla. La primera sesión tendrá lugar el 31 de octubre en la sala 11 de Cinesa Diagonal (Barcelona), a las 20:00 horas, con la proyección del filme de terror Together.
Antes de que empiece la película, los asistentes deberán guardar sus móviles en taquillas. El objetivo es simple: disfrutar del cine sin interrupciones y dedicar toda la atención a la historia proyectada. Al terminar, la sala quedará abierta para que el público comparta impresiones y conecte de manera presencial, sin depender de dispositivos.
Cada butaca incluirá además una sorpresa pensada para fomentar la participación y dinamizar la experiencia. Con este formato, las dos entidades buscan reforzar la desconexión digital, promoviendo hábitos más conscientes en el consumo de tecnología.
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Conexión real y bienestar
The Offline Club organiza encuentros sin móviles en varias ciudades europeas. Su filosofía se centra en que el problema no es la tecnología en sí, sino el uso adictivo y automatizado que muchas veces se hace de ella. La propuesta con Cinesa amplía esa idea en un entorno diseñado para la mejor experiencia audiovisual, donde la única pantalla es la del cine.
El cine, además de entretenimiento, se presenta como una fuente de bienestar, capaz de generar emociones y provocar una sensación compartida de felicidad. Para Cinesa, se trata de reforzar su papel como espacio de desconexión y encuentro social, adaptado a las necesidades actuales del público.
Declaraciones de impulso
Ramón Biarnés, director general de ODEON Cinemas Group en Europa del Norte y del Sur, subrayó que el cine “ha sido siempre un refugio para desconectar y conectar con las historias”. En su opinión, esta iniciativa permitirá extender la experiencia más allá de la proyección, favoreciendo el diálogo entre los espectadores.
Por su parte, Monique Golay, fundadora de The Offline Club Barcelona, señaló que “el problema no es la tecnología, sino su diseño y el uso que le damos”. La propuesta busca recuperar la presencia y fomentar un consumo digital más intencional, utilizando la sala de cine como punto de partida para una conexión real.






