MusicStrands analiza el ADN de la música

Tecnología y ocio se funden en esta plataforma digital, que persigue aconsejar a cada usuario en compras futuras según sus gustos personales.

Publicado el 06 Jun 2005

MusicStrands analiza el ADN de la música

Por increíble que parezca existe una tecnología capaz de adivinar preferencias musicales, recomendar nuevas canciones y, además, acertar. Ha sido desarrollada por la empresa española MusicStrands y su género se basa en un sistema que permite «decodificar» los gustos musicales mediante el análisis del ADN de las canciones.

MusicStrands, apodado como el Google de la música, lleva en marcha desde el pasado nueve de marzo, aunque la idea surgió hace tres años cuando su fundador, Francisco J. Martín, ex consejero delegado de la compañía de comercio electrónico iSoco, consiguió reunir a científicos de Suiza y Estados Unidos para desarrollar una tecnología innovadora y única basada en la inteligencia artificial.

El proyecto se generó en el Instituto de Inteligencia Artificial del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la universidad Autónoma de Barcelona (UAB), con la ayuda de personal del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (Suiza) y el departamento de Ingeniería e Informática de la Universidad del Estado de Oregón (Estados Unidos).

El equipo de MusicStrands está formado por una cuarentena de expertos en informática, aprendizaje musical, comunicación y musicología, entre otras disciplinas, repartidos entre las oficinas de Oregón y Barcelona. En él se encuentran personas tan representativas como John Herlocker, profesor adjunto de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Oregón; Derek Reisfield, ex presidente de CBS New Media; Tom Dietterich, presidente de International Machine Learning Society; Javier Etxebeste, ex director de Búsquedas y Marketplace de Yahoo! Europa y Andreas Weigend, ex director científico de la tienda online Amazon.

La inversión realizada hasta ahora en el proyecto supera el millón de euros, que han puesto directores e inversores privados. Su previsión de negocio es conseguir el equilibrio financiero en 26 meses y llegar a un beneficio de 20 millones de dólares (15,7 millones de euros) en el 2009 con unos ingresos de 60 millones de euros (47,2 millones de euros).

Los directivos de MusicStrands consideran que el mercado de la música en Internet se estima en 45.000 millones de euros, y esperan tener alrededor del uno por ciento de ese pastel.

Del mismo modo, la compañía quiere introducir 500.000 nuevos temas musicales al año y entre sus objetivos prevalece la idea de ampliar esta tecnología en otros campos, tales como el cine o los videojuegos.
El portal de MusicStrands (www.musicstrands.com) dispone de un catálogo de más de 3,9 millones de canciones al margen del formato de la misma, de la discográfica, del programa informático y del dispositivo de escucha. Una vez que el usuario accede a la página web se encuentra con un buscador que ayuda a explorar el registro, introduciendo el nombre del artista, la denominación del álbum o el título del tema musical. Sin embargo, este portal es más que un buscador; es un menú de canciones a la carta donde el usuario puede escuchar fragmentos de treinta segundos de temas musicales de manera sencilla y rápida, crear listas de reproducción con su música favorita, generar listados con las canciones que quiere tener y que no dispone y descubrir nuevos temas, a través de un rencomendador.

Sin embargo, «el negocio de la compañía no se dirige a la venta de música», aclara Ignacio Ruiz, responsable de Sistemas de MusicStrands. Tampoco su utilización supone coste alguno para el internauta. Según Ruiz, la labor consiste en redirigir al usuario a otro portal donde pueda comprar la canción que desee. Para ello, la compañía ha suscrito acuerdos con una veintena de sitios web dedicados a la comercialización de música, tales como iTunes, MSN Music, Napster o FNAC, en los que se establece un recargo de entre un cinco y un 15 por ciento por venta de canciones a los distribuidores que reciben clientes gracias a sus recomendaciones.

Asimismo, están abiertos a licenciar su tecnología a terceros y esperan obtener ingresos publicitarios ofreciendo enlaces patrocinados similares a los que explota Google, ligando la publicidad a los gustos musicales de los usuarios. Por último, venderán a las discográficas informes sobre las preferencias musicales de los usuarios, «para que sepan de antemano que canciones van a triunfar en el mercado», apostilla Ruiz.

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Redacción RedesTelecom

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