Urge un sistema regulatorio eficaz para la reconstrucción

La vigésima edición del Simposio Global para Reguladores de la UIT trata de responder a los desafíos de la transformación digital causados por crisis globales como la Covid-19.

Publicado el 04 Sep 2020

Urge un sistema regulatorio eficaz para la reconstrucción.

Promover un sistema regulatorio adaptativo, resiliente y colaborativo es clave para “reconstruir mejor” y promover la transformación digital para todos, según los participantes en la 20ª edición del Simposio Mundial para Reguladores (GSR-20) de la UIT, que se celebró del 1 al 3 septiembre.

Las autoridades reguladoras que se reunieron en esta cumbre están de acuerdo en que hay que impulsar la preparación de los mercados digitales para hacer frente a eventos inesperados y emergencias como ha ocurrido con la Covid-19. En consecuencia, han adoptado las Directrices de mejores prácticas GSR-20: El estándar de oro de la regulación (GSR-20 Best Practice Guidelines: The gold standard for regulation) para responder a los desafíos de la transformación digital en las secuelas de las crisis globales.

“Esta crisis ha demostrado que las TIC son un hilo conductor que trasapasa todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, y nuestro enfoque de inversiones debe aceptar esta realidad”, dijo el Secretario General de la UIT, Houlin Zhao.

“Lo que está en juego es la capacidad de los reguladores y responsables políticos de todo el mundo para desbloquear la inversión en las TIC para apoyar el crecimiento, el empleo y la innovación, pero también para salvar vidas y demostrar su valor añadido en este mundo cada vez más conectado”

Las economías nacionales y los ciudadanos han dependido cada vez más de la infraestructura digital durante Covid-19. La crisis actual y la probabilidad de nuevas emergencias globales implican que los reguladores deberán cambiar a marcos regulatorios que sean adaptativos, colaborativos, basados ??en resultados y tecnológicamente neutrales.

En este sentido, las pautas recogidas durante esta cita enfatizan la necesidad de coordinación entre todas las partes interesadas, integrando la sostenibilidad en los marcos regulatorios, maximizando los beneficios mientras se reducen los daños de las tecnologías digitales, luchando por la transparencia y la confianza en todo el proceso regulatorio, un enfoque basado en la evidencia y revisiones frecuentes de marcos regulatorios para asegurar que sigan siendo adecuados para su propósito.

“Las Directrices de mejores prácticas de GSR-20 establecen un marco para políticas y patrones regulatorios progresivos mientras trazan el camino a seguir para la industria y los reguladores. Hemos identificado pasos concretos para llevar a cabo una reforma regulatoria hacia el logro de mercados digitales inclusivos y prósperos”, matizó el presidente de GSR-20 Dan Sjöblom. “A medida que se acelera el ritmo de la transformación digital, desarrollar un enfoque regulatorio eficaz es más vital que nunca. Ante las nuevas emergencias globales, los gobiernos y los reguladores deben tener en cuenta enfoques normativos y de políticas integrales, intersectoriales y, en la medida de lo posible, multinacionales”.

Reformas en la legislación

Las Directrices de mejores prácticas proponen las siguientes reformas:

-Marco ágil para la competencia en los mercados digitales: los reguladores deben apoyar la innovación y los nuevos modelos comerciales y de licencias que faciliten el acceso asequible y la inversión en servicios de salud, empresariales y educativos en plataformas digitales.

-Códigos de conducta (voluntarios o exigibles): los reguladores deben orientar las plataformas digitales y apoyarlas durante todo el proceso de creación de códigos, su implementación y cumplimiento en áreas importantes, como la moderación del contenido en línea en plataformas digitales, abordar la desinformación y la calidad de las noticias online, y la protección a la infancia. Los esfuerzos de concienciación y alfabetización mediática y digital también deben ser fundamentales para abordar los desafíos en torno a los servicios que son habilitados por la transformación digital.

-Actualización de los planes nacionales de emergencia: la creación e implementación de planes de emergencia efectivos permite una mejor preparación y toma de decisiones durante las crisis. Dichos planes son clave para anticipar futuros eventos inesperados y sus impactos negativos y deben enfocarse tanto en áreas urbanas como rurales a través de un enfoque de múltiples tecnologías. La cooperación bilateral, regional e internacional debe garantizar la continuidad de las empresas y los servicios públicos y respaldar los esfuerzos nacionales de recuperación.

-Reforma del espectro: los administradores del espectro deben poder responder oportunamente haciendo que el espectro esté disponible para las aplicaciones inalámbricas cuándo y dónde se necesiten, y tan fácilmente como sea posible, brindando a los usuarios y desarrolladores flexibilidad para dar servicios que aporten mayores beneficios. Asegurar que haya suficiente espectro sin licencia disponible impulsa la innovación y la inversión en una variedad de tecnologías que pueden complementar y respaldar las redes y expandir el acceso de banda ancha a bajo coste. La reforma del espectro también debe centrarse en garantizar que el acceso al servicio de banda ancha se conceda de manera asequible en aquellas áreas y poblaciones que tradicionalmente han estado desatendidas.

Al mismo tiempo, los reguladores reconocen que no existe un plan único e integral para las mejores prácticas y que los patrones regulatorios para la economía digital conectada se basarán en función de las circunstancias locales a la par que se abordan los desafíos regionales y globales, especialmente ahora que el mundo se esfuerza por reconstruir con las tecnologías digitales en todos los ámbitos.

“A raíz de la crisis de la Covid-19, el trabajo de los reguladores y los responsables políticos es fundamental”, dijo Doreen Bogdan-Martin, directora de la Oficina de Desarrollo de las Telecomunicaciones de la UIT. “Nuestra política de las TIC y los marcos regulatorios deberán ser adecuados para su propósito. Habrán de estar actualizados, ser flexibles, estar basados ??en incentivos e impulsados ??por el mercado para apoyar la transformación digital en todos los sectores y regiones geográficas. En resumen, deberán aprovechar el poder de las plataformas e infraestructuras digitales para desarrollar la capacidad de recuperación que necesitamos para protegernos contra futuras emergencias globales”.

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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