Amparo Moraleda, presidenta de la división española y portuguesa –que ahora contará con más países- destacó que la incorporación de Grecia, Israel y, especialmente, Turquía, a su división supone una gran oportunidad, al ser mercados con gran potencial de crecimiento, sobre todo en servicios y outsourcing. Con la suma de dichos países, el nuevo equipo alcanza un volumen de negocio de 2000 millones de euros, de los que el 54 por ciento corresponden a España.
Esta decisión se une a la ya tomada en julio y que señalaba a Madrid como nueva sede de uno de sus Centros Internacionales de Operaciones, en concreto el que gestionará toda la zona sur, mientras que el encargado de la zona norte tiene su sede en Zurich.
El cambio de la antigua sede en Paris a su nuevo domicilio en Madrid se debe a muchos factores, como son el coste de un puesto de trabajo, el idioma, la situación geopolítica de la ciudad, así como el hecho de que se abra la posibilidad para que en un futuro el área latinoamericana se incorpore a la división.




