KPN está acometiendo la transformación de su red hacia una nueva de próxima generación, con el objetivo último de recortar costes de explotación en unos 850 millones de euros para el año 2010.
La compañía holandesa lleva utilizando los servicios de los sistemas actuales desde los años 70 y apuesta ahora por un cambio de tal envergadura que supone la migración de datos masiva, con la carga en el sistema de información de 40.000 emplazamientos, casi tres millones de dispositivos, cuatro millones de cables y medio millón de circuitos. Para acometer tal transformación ha contado con la ayuda de Cramer, que aporta su software empresarial, «una aplicación fundamental de nuestro programa de gestión del inventario de la red, Network Inventory manager (NIM), piedra angular de la transformación completa de toda nuestra organización», según ha comentado Han Wijns, director general de Servicios de Transmisión de KPN.
Por su parte, desde Cramer advierten que las principales ventajas que aportan a KPN se pueden reducir en varias, como son: «una visión de la red consolidada y mantenida con datos mucho más precisos; reducción de costes de explotación; mayor rapidez y puntualidad en el despliegue de redes y servicios; y mejor gestión de los procesos de activación, control de calidad de servicio y planificación interdominios».




