A pesar de haber conseguido una subida del 25 por ciento en ventas y un alza trimestral de beneficios del 15 por ciento, el hecho de que estas cifras no llegaran a los niveles esperados, junto a que la compañía advirtiera de que su beneficio podría caer en el tercer trimestre del año y los datos pesimistas ofrecidos acerca del precio medio de venta de sus móviles, provocaron una venta masiva de títulos.
Nokia registró un beneficio bruto de 1.108 millones de euros en el segundo trimestre, frente a los 1.220 millones que esperaban los analistas. Asimismo, el beneficio por acción ascendió a 0,18 euros por título, en la banda alta de sus previsiones, pero por debajo de los 0,19 euros esperados. Sólo la facturación, de 8.060 millones de euros, alcanzó las expectativas del mercado.




