Aunque los rumores se han venido disparando periódicamente durante los últimos años, es ahora cuando tiene más visos de convertirse en noticia una vez que desde ONO se ha admitido la existencia de conversaciones con los accionistas de Auna para integrar ambas empresas.
El principal objetivo sería consolidar un grupo potente en el negocio de banda ancha, con capacidad para competir con solvencia con Telefónica. Para ello, ONO habría ofrecido entre 2.550 y 2.700 millones por Auna Telecomunicaciones, filial del grupo Auna que engloba las actividades de telefonía fija y cable.
Ahora la pelota está en el tejado de Banco Santander, Endesa y Unión Fenosa, los tres principales accionistas de Auna, que conjuntamente controlan el 83,7 por ciento de su capital y que mantienen un <I>pacto de accionistas<P> que les obligaría a tomar una decisión de forma consensuada.
Si finalmente la operación sigue adelante, la reconfiguración del mercado español de telecomunicaciones sería inevitable, especialmente en el negocio de banda ancha, puesto que Telefónica encontraría con un competidor de peso en la empresa resultante de la fusión de ONO y Auna.




