ONO afrontó 2007 con el objetivo de consolidarse como una plataforma de crecimiento rentable. Para ello, la operadora tomó dos decisiones estratégicas: por un lado, reducir drásticamente las líneas de negocio no rentables y, por otro, llevar a cabo la integración en una única plataforma de todos los sistemas de gestión de sus clientes residenciales, procedentes tanto de la antigua Auna TLC como de ONO. La puesta en funcionamiento de esta plataforma empezó a generar, ya en el cuarto trimestre, una mejora sustancial en la calidad de servicio.
En 2007, ONO siguió construyendo red de cable, con un incremento de la cifra de hogares en 458.000, 6,79 millones al cierre del período, lo que supuso un crecimiento del 7,2 por ciento. Además, su base de clientes residenciales de cable siguió aumentando hasta 1,86 millones a 31 de diciembre, un 3,7 por ciento más que un año antes.
Una buena parte del éxito se fundamenta en el desarrollo de su oferta ‘triple play’. El
31,2 por ciento de los clientes totales de ONO estaban suscritos a este combinado, cuando un año antes el porcentaje era del 30,7 por ciento. Estas cifras han permitido que ONO se haya consolidado, un año más, como el líder de oferta combinada de televisión, teléfono e Internet en España.
El desarrollo del negocio de banda ancha fue clave. ONO incrementó en un 13,9 por ciento su cartera de clientes de Internet para llegar a los 1,2 millones, con lo que la compañía tiene una cuota de aproximadamente el 21 por ciento en el mercado residencial de banda ancha.
En el ejercicio, ONO registró unos ingresos totales de 1.616 millones de euros, un 1 por ciento inferiores a los del año anterior. Sin embargo, la compañía experimentó un crecimiento de su margen bruto hasta el 72,6 por ciento, mejorando el 68,4 por ciento registrado en 2006. Al mismo tiempo, ONO llevó a cabo una reducción del 4,7 por ciento de sus costes operativos (opex) netos, que bajaron a 532 millones de euros.
El 72 por ciento de los ingresos procede del negocio residencial de ONO y más del 26 por ciento es atribuible a negocios corporativos, área que el operador está desarrollando activamente y que, antes de la adquisición de Auna TLC, apenas representaba el 10 por ciento de los ingresos totales.
Finalmente, ONO registró en 2007 un beneficio neto de 36 millones de euros, sin
extraordinarios. En este sentido, el operador decidió asumir gastos extraordinarios por un total de 234 millones de euros, lo que les llevo a registrar unas pérdidas netas de 198 millones de euros, frente al saldo negativo de 39 millones de euros registrado en 2006.
