La hostelería es, sin lugar a duda, uno de los grandes motores de la Economía española y representa uno de los sectores más dinámicos del mercado laboral del país. Según los últimos datos del Observatorio de Hostelería de España, en 2021 trabajaron un total de 1,5 millones de personas en este mercado y la actividad de este sector aumentó un 24% con respecto a 2020. No obstante, a pesar de esta recuperación, la pandemia ha dejado visible que la hostelería española requiere de transformaciones de gran calado en la gestión inteligente de bares y restaurantes con el fin de conseguir agilizar los procesos. Quien no ha oído hablar de la cuarta revolución industrial o industria 4.0, la digitalización, la conectividad, los embedded systems, la impresión 3D o el internet de las cosas; pues el sector hostelero, no es ajeno a todo ello y necesitará avanzar de la mano de esta nueva ingeniería si quiere hacerlo sin quedarse atrás respecto al progreso del mundo y las personas.
Los clientes, cada vez más familiarizados con la tecnología, demandan una experiencia rápida y gratificante en los restaurantes, más allá de una buena comida, en la que la digitalización juega un papel fundamental. A medida que se van abriendo paso en el sector, las nuevas tecnologías evolucionan en los diferentes momentos de la experiencia del comensal: desde la reserva al momento del pago pasando por la comanda digital o la propia vivencia gastronómica.
La implementación del deliveryfue, sin duda, el mayor éxito tecnológico del sector de la hostelería derivado de la pandemia. En la actualidad los pedidos a domicilio están totalmente posicionados y son considerados una de las opciones más demandadas por los consumidores. Asimismo, esta situación sanitaria trajo consigo una transformación radical en la experiencia de pago de los usuarios mediante su digitalización. A día de hoy, los pagos digitales son un elemento clave para el buen funcionamiento del negocio impactando directamente en su rentabilidad e imagen, demostrando su constante actualización.
Por otro lado, tal y como se puede constatar, la celeridad en este sector es un factor esencial para asegurar la supervivencia y el éxito de quienes lo componen. Por ello otro de los cambios que la pandemia ha traído a nuestra vida cotidiana y que permite alcanzar el objetivo de la
rapidez es el incremento del uso de los códigos QR en bares y restaurantes. Gracias a este código de barras bidimensional, los establecimientos pueden dar acceso directo a los clientes a información general del restaurante, al tipo de comida que ofrecen e incluso dar la opción a los usuarios a hacer su comanda a través del mismo, agilizando así los tiempos. Además de estos, otro de los usos más extendidos del QR para bares es el de medir el grado de satisfacción de los clientes a través de cuestionarios que permitan conocer cómo ha sido percibida la visita al restaurante por los usuarios.
Otra de las estrategias tecnológicas más extendidas en la actualidad en el sector de la hostelería para ganar clientes es la búsqueda de su fidelización. En la actualidad existen diferentes programas de fidelización que permiten retener a los usuarios. Estos últimos funcionan de manera muy sencilla: el cliente gana puntos cada vez que consume, los cuales pueden convertirse en descuentos en su próxima cena, entregas gratuitas de comida a domicilio o incluso un menú degustación de regalo.
En definitiva, tal y como hemos podido ver nos aproximamos hacia un futuro repleto de cambios y grandes desafíos, sobre todo a nivel tecnológico, ante los que estamos seguros de que nuestro sector nunca se rendirá. Vincular la hostelería a las nuevas tecnologías es fundamental para asegurar nuestra supervivencia. Podemos estar orgullosos de cómo durante este tiempo hemos sabido reinventarnos y buscar cualquier opción para salir a flote con la ilusión y las ganas que siempre han caracterizado a nuestro sector. Seguimos con más fuerza que nunca.
