Orange no quiere gastar un solo euro en sus clientes de prepago, aquellos que no le garantizan a la compañía un nivel de ingresos mínimo mensual. Y es que la filial española de France Telecom está reduciendo la subvención para compra de terminales a este tipo de abonados, que suponen el 46% de sus 11 millones de clientes, según informa el diario económico Expansión.
La idea de Orange es centrarse en los clientes que tienen contrato (empresas y particulares) y aumentar el rendimiento que generan para la compañía. De hecho, la firma ya ha lanzado una tarjeta con una oferta tarifaria determinada y que no incluye el terminal. Éste último debe ser adquirido por el cliente. De momento, los competidores de Orange no seguirán este camino, ya que su margen de negocio se sitúa por encima del 30%, lo que les permite estar más desahogados financieramente; mientras que el de la filial francesa es del 23,6%, otro de los motivos que explican esta decisión. Y es que se calcula que las subvenciones para la adquisición de terminales gratuitos suponen un coste anual de entre 1.200 y 1.500 millones de euros a las operadoras telefónicas.
En cualquier caso, si esta práctica se generalizase, permitiría ahorrar costes a las compañías e incidiría en el nivel de ventas de teléfonos móviles en nuestro país, que se vería reducido considerablemente.




