Ono cerró 2014 con unas pérdidas consolidadas de 642,2 millones de euros tras recomprar deuda, reconocer el deterioro de activos, provisionar la morosidad de cliente y aceptar las actas de Hacienda interpuestas por fraude fiscal y pagar altos premios a los directivos. Así lo ha hecho público El País.
De acuerdo con la información aportada por el diario online, la principal razón de este agujero procede de Cableuropa (Vodafone Ono), que perdió 576 millones. En este descalabro no hay que olvidar los impactos negativos de la subida del dólar y las decisiones puestas en marcha por el nuevo equipo al mando que optó por cancelar la deuda que arrastraba la compañía y la recompra supuso pagar importantes primas de amortización anticipada.
En este embrollo de números que el grupo británico está destapando, la respuesta a las actas levantadas por el Fisco también ha supuesto un desembolso considerable de dinero. Así como renovar sus cables de fibra óptica y equipos de energía o hacer frente a los clientes morosos. Todo suma en su contra.
Recordemos que Vodafone compró Ono por 7.200 millones, deuda incluida.





