ONO ha anunciado hoy sus resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año. La compañía cerró este intervalo de tiempo con un incremento del EBITDA del 1,4%, hasta alcanzar los 565 millones de euros a cierre de septiembre de 2012. Su margen de EBITDA se situó en el 48,5%.
El beneficio neto de la compañía fue de 39 millones de euros entre enero y septiembre de 2012, una disminución del 14,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, debido en parte a los gastos financieros derivados del proceso de refinanciación de su deuda cerrada en junio, y también por las amortizaciones y actualizaciones relacionadas con la renovación de sus redes de televisión y telefonía.
Los ingresos de la compañía continuaron creciendo y ascendieron a 1.164 millones de euros, un 5,4% más que en 2011. El flujo de caja opertivo también mantuvo su tendencia positiva en este espacio de tiempo con una subida del 3,5%, llegando a los 359 millones de euros a 30 de septiembre de 2012.
Otros datos publicados revelan que el 48% de la base de clientes de ONO cuenta ya con un paquete de navegación de alta velocidad, con 30 megas o más. Esto consolida al operador como referente del mercado con 678.000 clientes activos. La firma se ha propuesto seguir apostando por la potenciación de su estrategia de venta en servicios convergentes fijo-móvil, y durante el trimestre de julio a septiembre sumó 60.000 nuevas líneas móviles, cerrando el periodo con 314.000 en total. Hay que recordar que Movistar y Vodafone llevan meses perdiendo líneas que pasan a manos de clientes de operadores como ONO o los OMVs.
Asimismo, destaca la buena marcha de TiVo, el servicio de televisión de ONO en España, que superó los 56.000 clientes el 30 de septiembre. Por último, ONO ha confirmado que se han incrementado las soluciones contratadas por pymes, concretamente un 21,5%, con 35.000 nuevos servicios en los últimos doce meses.
Carlos Sagasta, director general de Finanzas en ONO, destaca que han conseguido “mantener la tendencia positiva en el crecimiento de los ingresos y en el EBITDA, todo ello en un contexto macroeconómico desfavorable por la delicada situación del mercado, que experimenta bajos niveles de demanda y nuevas cargas impositivas”.
