En verano, el uso del móvil se intensifica al gestionar pagos, reservas y redes sociales desde puntos ajenos al hogar. La temporada coincide con mayor movilidad y uso de servicios online en redes públicas. ESET detecta un incremento de incidentes de seguridad móvil en esta época. Al dejar de lado las medidas habituales, el móvil se convierte en punto de entrada para atacantes. Un dispositivo intervenido expone datos personales y facilita el acceso a cuentas bancarias y servicios en la nube.
Identificar a tiempo un hackeo es esencial. Entre las señales de alerta se incluyen que el dispositivo se calienta sin actividad, que la batería se agota rápidamente o que aparecen aplicaciones desconocidas. Además, notificaciones de acceso desde ubicaciones foráneas o comportamientos extraños en el navegador pueden indicar que el móvil ha sido comprometido.
Medidas inmediatas y prevención
La reacción debe ser inmediata. Lo primero es interrumpir la conexión a internet, desactivando datos móviles y Wi-Fi. Después, reiniciar el móvil en modo seguro para evitar la ejecución de software malicioso. Desde un dispositivo de confianza, conviene cambiar las contraseñas críticas y activar la autenticación en dos pasos.
Tras asegurar los accesos, conviene realizar una copia de seguridad de los datos esenciales y restablecer el terminal a sus valores de fábrica, lo que elimina cualquier software malicioso. Para evitar usos fraudulentos, se debe contactar con el operador móvil para bloquear la tarjeta SIM y valorar una denuncia ante la policía nacional si hay indicios de robo de datos.
Para reforzar la protección, ESET recomienda revisar la configuración de seguridad antes de viajar y mantener las actualizaciones del sistema al día. Usar una red privada virtual o conexiones cifradas reducen el riesgo en redes públicas. Mantener la autenticación en dos pasos en servicios críticos mejora la protección ante posibles accesos no autorizados.








