El objetivo de la compañía, según avanzó Alejandro Rivas-Micoud, consejero delegado de ALÓ, es conectar durante este año 11.500 edificios a sus redes y estar presente en 74 ciudades desde las que dará cobertura directa con infraestructura propia al 41 por ciento de la población, así como proporcionar servicios profesionales en las ciudades donde se concentra el 80 por ciento de las pymes. Al finalizar el 2001, la firma dispondrá de 5.960 kilómetros de redes propias.
La compañía se plantea iniciar la comercialización de servicios de telecomunicaciones de banda ancha a finales de este primer trimestre sin necesidad de utilizar redes tradicionales de telefonía. Para conseguirlo ya ha construido 34 estaciones base, si bien antes del 2002 dispondrá de 120, e invertirá 12.000 millones de pesetas (72 millones de euros). ALÓ es uno de los principales accionistas de BASA (Banda Ancha SA), uno de los consorcios adjudicatarios de una licencia de Acceso Local por Ondas en la banda de 3,5 GHz.
En el ejercicio de 2000, la operadora ha alcanzado una facturación de 7.500 millones de pesetas (45 millones de euros), que duplica la cifra lograda en el ejercicio precedente.
