La trayectoria de Fiorina se ha convertido en todo un mito dentro del mundo empresarial. Es la excepción que confirma la regla en un mundo dominado por hombres, donde su nombre no se queda pequeño junto al de otros grandes de la industria como Bill Gates o Michael Dell.
Fiorina aterrizó en HP en un momento crítico, justo cuando el gigante estadounidense dividió sus actividades para revitalizar las ventas y mejorar su cotización, que había permanecido ajena al boom bursátil de las compañías tecnológicas.
La situación era muy difícil, pero Fiorina estaba dispuesta a demostrar que perseverar es sinónimo de grandes triunfos. Lo demuestra su trayectoria porque, aunque muy pocos lo recordaban, aquella mujer recién sentada en el sillón más importante de la compañía había trabajado 20 años antes para HP como secretaria en el departamento de exportación, alternando este trabajo con sus estudios.
Mientras HP seguía con el negocio de siempre algunos de sus competidores como IBM, daban un golpe de timón para dejar de vender sólo máquinas y dedicarse también a ofrecer servicios. HP, entre tanto, se mantenía a flote vendiendo una gama de unos 130 productos sin una clara estrategia. Los responsables de la compañía, conscientes de las nuevas necesidades comenzaron a buscar un nuevo presidente y, tras examinar más de 300 candidaturas, se decidieron por la ejecutiva que había dirigido la segregación de Lucent Technologies de AT&T. Cinco meses antes de su nombramiento, HP había comenzado a buscar un sustituto para Lew Platt que, en medio de un proceso total de reestructuración, había anunciado su intención de dejar el puesto de CEO.
Con Fiorina, HP ha vivido un auténtico lavado de cara, comenzando por el logotipo y terminando por los resultados económicos. Se calcula que las ventas se incrementarán en un quince por ciento durante los próximos años.
Detrás de esta campaña se encuentra una partida de dinero destinada a financiar proyectos relacionados con Internet y las nuevas tecnologías. Esta iniciativa beneficiará a HP en tres frentes. En primer lugar porque se apunta un importante tanto publicitario, recuperando el espíritu del garaje. La segunda ventaja es que consigue que todas las empresas que se beneficien del programa equipen sus oficinas con material de HP. Por último, la firma se sitúa en un lugar inmejorable si decide entrar en el capital de algunas de las start ups que vaya a financiar.
Es parte de la estrategia auspiciada por Carly Fiorina, que ha apostado muy fuerte por las pequeñas empresas y los usuarios finales a quienes pretende ofertar los dispositivos y servicios necesarios para una vida conectada. Su interés por este segmento, y no sólo por las grandes y medianas empresas, se debe a que HP considera que el mercado de las tecnologías de la información para el consumo es un mercado masivo y su objetivo es ser una marca de tecnología para todos.
En primeros pasos en HP, Fiorina dió muestra de su decidida apuesta por la Red, porque tiene claro que los servicios son lo que el mercado demanda en la actualidad y son la parte del negocio que permite conseguir mayores márgenes de beneficios y fidelizar a un mayor número de clientes.
La ejecutiva más poderosa del mundo, según la revista Fortune, pretende reinventar HP y prepararla para jugar en el mundo de los servicios en Internet. Reinventar significa mantener y cambiar sin derrumbar una compañía que llevaba buscando un líder desde 1997, cuando sus ventas y beneficios cayeron a niveles de principios de la década.
En varias ocasiones Fiorina se ha referido a los servicios afirmando que van a ser los que conviertan al producto en algo valioso. Gracias a la Red, la era del producto puro está a punto de terminar. Es la combinación de producto y de servicios la que trae negocio.