Internet también llega por satélite

Las conexiones por satélite son una realidad para 50.000 personas en nuestro país. Ofrece cobertura total a 22 Mbps y por precios asequibles.

Publicado el 04 May 2015

Internet también llega por satélite

Internet por satélite es una manera de conectarse a la Red de redes que utiliza el satélite como un repetidor de radiocomunicaciones, enlazando nodos que pueden estar muy distantes sobre la superficie terrestre. En lugar de una línea telefónica, se necesita instalar una antera parabólica (cuyo diámetro puede oscilar entre los 70 y los 120 centímetros) en la ubicación donde queremos que se produzca esa conexión y orientarla al satélite que esté ofreciendo el servicio. Esta comunicación repite en el satélite que la envía a un centro receptor o telepuerto (estación en tierra que funciona como punto de conexión entre los satélites y las redes de comunicaciones terrestres en el que trabajan los operadores para canalizar toda la información que reciben) desde donde se conecta directamente a Internet utilizando ya una red terrestre. Además, entre nuestro ordenador y la antena hay un router o equipo interior al que nos conectamos mediante Wi-Fi o un cable.

Según reconocen expertos consultados para la elaboración de este artículo, el negocio de la comunicación satelital en nuestro país muestra un paisaje similar a la del resto de la Unión Europea, al fin y al cabo los satélites se diseñan a nivel europeo y la tecnología es, pues, idéntica. En general se trata de un pequeño nicho dentro del sector de las telco, principalmente con un papel complementario a las redes terrestres. De esta manera, el satélite en España se utiliza fundamentalmente para resolver problemas de telecomunicaciones, de acceso a Internet, voz y datos en las zonas más aisladas o en las áreas suburbanas donde no se han desarrollado unas infraestructuras terrestres adecuadas. El mercado es limitado o pequeño y los datos que existen sobre esta población que carece de comunicaciones no coinciden aunque se colocan en una horquilla que abarca de los 250.000 hogares hasta el millón, tal y como lo estima la Secretaría de Estado. En paralelo, podría apuntarse que es la mejor solución – y a menudo la única-, cuando el 3G/4G o el cable no llegan o no tienen la calidad necesaria. A día de hoy, no obstante, este mercado relativamente nuevo en nuestras fronteras ya es el artífice de 50.000 conexiones. Y sus perspectivas de crecimiento son muy buenas, ya que la tecnología cada vez permite dar más tipos de servicios, con mejor calidad y coste. De hecho, se dice que es la tecnología que permitiría acabar con la brecha digital en Europa antes de 2025. El gran impedimento no es otro que su desconocimiento y la idea que lleva asociada de que se trata de una comunicación cara.

Sea como fuere, hay un mercado importante en Europa para el satélite, pero todavía más en los países emergentes, África, Latinoamérica, Asia. Allí casi siempre el satélite es la única solución. No hay que ir solo a áreas rurales, también en ciudades el cable es escaso o de mala calidad, y apenas hay fibra óptica. Incluso, la propia extensión de los servicios de telefonía móvil de 3G o 4G va a depender de los satélites, que conectará con la red las estaciones de telefonía. Según la empresa de satélite O3B, participada por SES Astra, hay 3.000 millones de habitantes en la tierra que no tienen Internet, para los que el satélite representa la única opción de conexión.

Pero no conviene pasar por alto que el mercado en África, donde muchos operadores están haciendo negocio, es muy diferente al que pudiera plantearse en el viejo continente: el número de conexiones es infinitamente menor pero el ARPU o precio medio por usuario es elevado.

Puedes leer el artículo completo en el número de marzo de 2015 de Redes & Telecom en el Kiosco de BPS.

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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