El FBI detenía el pasado jueves a dos empleados de la compañía americana Lucent Technologies llamados Kai Xu y Hai Lin bajo los cargos de conspiración para el robo de tecnología privada con el objetivo de exportarla y formar una importante compañía.
En la operación fue detenido un tercer implicado, también de nacionalidad china. Todos ellos eran expertos en código fuente, software y el sistema PathStar de Lucent, para la transmisión de voz y datos sobre IP. El desarrollo de esta tecnología ha constado a la empresa americana un millón de dólares (185 millones de pesetas/1,11 millones de euros).
El Gobierno americano sospecha que casi la totalidad del código fuente habría sido ya transferido a China, con la intención de crear una empresa análoga de tecnología de redes para distribuirla por todo el país. La compañía ComTriad Technologies estaría compuesta por los tres empleados y relacionada con la entidad Datang Telecomm Technology, controlada por el Gobierno Chino.
Parece ser que la información ya estaría colocada en la página web de la nueva empresa, para cuyo acceso era necesario tener una clave, y se sospecha que ya habría sido comercializada con el nombre de CLX 1000. Los trabajadores han sido formalmente acusados de conspiración y espionaje para cometer fraude, delito castigado con un máximo de cinco años de prisión.




