Parece haber llegado el momento de la recuperación para el sector de las telecomunicaciones después de un largo período de travesía por el desierto.
El año pasado registró unas pérdidas calificadas de históricas que alcanzaron los 64.488 millones de euros, debido en parte a la política de saneamiento aplicada por la mayoría de las operadoras. Esta política se aplicó como método para cuadrar balances eliminando las fallidas inversiones realizadas al amparo del auge de la nueva economía y de la promesa de una Tercera Generación móvil jugosa que no ha llegado.
En el campo de los recortes se han visto inmersas multinacionales como la alemana Deutsche Telekom, con 24.587 millones de euros en pérdidas; seguida de France Telecom, con 20.736 millones de euros; y Telefónica con un saldo negativo de 5.577 millones de euros.
El año en curso se presenta como un periodo donde se producirá un crecimiento moderado de los ingresos, especialmente en su último tramo. Pero el despegue del sector no se producirá hasta el año siguiente.