Las dificultades de vigilancia y persecución de este tipo de delitos en la red ha producido un malestar general en la industria discográfica que ve como irremediablemente sus arcas disminuyen cada vez que un usuario pincha en el botón download de alguno de los múltiples programas, tales como el polémico Napster, que permiten la descarga de todo tipo de música. Por ello, una representación de autores, cantantes y productoras se han trasladado a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo, donde en estos días se discutía sobre los derechos de autor y la necesidad de poner coto a la actual anarquía legal que nace bajo el seno de la Era Internet.
De esta forma, Enrico Boselli, eurodiputado italiano, ha realizado un informe en el que afirma que la regularización del sector de Internet pretende adaptar la legislación a los nuevos desafíos del progreso técnico y armonizar los derechos de propiedad intelectual de los autores en el marco de las nuevas tecnologías.
La norma que se votará la semana próxima en el Parlamento Europeo recoge el principio de derecho exclusivo de reproducción y distribución para los autores, intérpretes, productores y otros organismos de radiodifusión. Esta regulación establece la posibilidad de una copia privada siempre y cuando sea efectuada sin fines lucrativos y para uso particular. Sin embargo, se contemplan numerosos supuestos que convierten esta norma en una pobre solución. Por ello, los artistas no ven claro que el Parlamento Europeo consiga impedir con su aprobación que la gente continúe descargándose copias sin pagar royalties a los artistas.
Así, una delegación de artistas y autores, entre los que se encontraban españoles de la talla de Luz Casal, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Joan Manuel Serrat, José Luis Sampedro o Javier Marías, enviaron varias cartas a los diputados europeos demandando su apoyo en la defensa de sus derechos y solicitando que no se aprobara la nueva normativa que, a su juicio, fomenta la piratería y la incertidumbre de los autores. Así mismo, José Luis Cobos, que encabezaba dicho comité de artistas declaró que desde las empresas de telecomunicaciones se anima a los consumidores a robar a otros ciudadanos, los artistas y apeló por la llegada de la democracia digital. Entre otros autores que se sumaron a estas misivas se encontraban Roberto Benigni, Sophia Loren, Claudia Cardinale, Andrea Bocelli, Claudia Cardinale, Eros Ramazotti…
En la Red el pirateo de la música ha alcanzado unas cuotas extremas, y en la actualidad circulan por Internet unos 25 millones de ficheros ilegales de música en formato MP3 (el método más utilizado para este intercambio de archivos musicales). Este delito de plagio cada vez más habitual en Internet ha provocado unas pérdidas que alcanzan los 1.400 millones de euros anuales (cerca de 232 mil millones de pesetas). Pero además, supone también unos 85 millones de euros (14 mil millones de pesetas) en impuestos no pagados a los gobiernos europeos.