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Adicción al móvil: qué es, cómo tratarla y datos



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La necesidad de usar el smartphone continuamente se conoce como nomofobia, un trastorno mental que provoca miedo irracional a estar sin el teléfono y afecta en mayor medida a los adolescentes

Actualizado el 29 oct 2025



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El uso del teléfono móvil nos roba mucha cantidad de tiempo, energía, atención y concentración en el día a día. Sin darte cuenta puedes pasar horas y horas en las redes sociales o viendo videos que aparecen sin descanso uno tras otro. Muchas personas no son conscientes de la cantidad de tiempo, energía, atención y concentración que cada día roba el smartphone. Basta con mirar en los ajustes del terminal nuestro tiempo de uso de pantalla/salud digital para comprobar los minutos que hemos estado con el dispositivo. Es verdad que esto nos pasa a casi todos, a algunos más que a otros, pero ¿cuándo esta práctica deriva en una adicción?

Por lo general, si por un empleo excesivo del móvil estás dejando de lado, trabajo, estudios, familia y amigos, además de otras actividades que antes te gustaban, porque no eres capaz de dejar de estar pendiente de él, entonces está claro. Eres adicto. Una situación que está afectando principalmente a los adolescentes.

Qué es la adicción al móvil

La adicción al móvil, también conocida como nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil.

Este término proviene de ‘nomophobia’ o ‘no-mobile-phone-phobia, que fue utilizado en 2009 en Reino Unido para referirse a la fobia a no tener el teléfono móvil. La dependencia del dispositivo genera una infundada sensación de incomunicación y un elevado malestar emocional en la persona cuando esta no puede disponer de él. Pero no es lo mismo la dependencia al móvil que la adicción. De hecho, una persona puede ser dependiente a este dispositivo, pero no adicta.

En el caso de la nomofobia se hace alusión a la adicción a las aplicaciones, ya que unas tienen mayor potencial adictivo que otras, como redes sociales o mensajería instantánea, y no tanto a aplicaciones de transporte, salud o tiempo.

Sentir miedo o ansiedad excesiva e irracional si no se puede utilizar el móvil, reconocer que esta angustia es exagerada y que repercute en hábitos o relaciones con otras personas, son síntomas claros de adicción

¿En qué consiste? Básicamente la dependencia del dispositivo genera una infundada sensación de incomunicación y un elevado malestar emocional en la persona cuando esta no puede disponer de él. Se trata de un patrón de comportamiento compulsivo y problemático. Experimentan una necesidad constante de estar conectadas y utilizan el móvil de manera excesiva, incluso en situaciones inapropiadas o perjudiciales.

Entre las causas que provocan esta adicción podríamos mencionar el hecho de que la recepción constante de mensajes y comunicaciones crea una necesidad por estar al día. A ello se suma la gratificación instantánea mediante comentarios, respuestas o los famosos “likes” en aplicaciones y redes sociales. Asimismo, muchas personas recurren a los móviles para enfrentarse a la soledad, el aburrimiento, el estrés o la ansiedad. Y, por supuesto, el famoso FOMO (Fear Of Missing Out), el miedo a perderse eventos, noticias o experiencias importantes puede impulsar a las personas a estar constantemente conectadas a través de sus teléfonos móviles.

¿Cuáles son los síntomas de la adicción al móvil?

Por lo general, los expertos en salud consideran que alguien es adicto al móvil cuando siente miedo o ansiedad excesiva e irracional por no poder usar el móvil. Normalmente, la persona reconoce que su miedo o angustia son desproporcionados. Además, esto afecta a las rutinas o relaciones con otras personas.

¿Y cómo se manifiesta esa dependencia? Hay algunas señales que nos pueden dar una pista como:

  • Uso excesivo del móvil que lleva a revisarlo de manera compulsiva para comprobar las notificaciones. Incluso en situaciones que no debe como en el trabajo, mientras conduce, en clase…o estando con amigos.
  • Priorizar el móvil a sus relaciones sociales, lo que genera problemas de socialización y aislamiento social.E, incluso, son incapaces de disfrutar del tiempo de ocio sin tener el móvil en la mano. De hecho, suelen llevar encima cargadores portátiles cuando salen a la calle por miedo a quedarse sin batería.
  • Mostrar enfado excesivo si nos quedamos sin conexión Wi-Fi e incluso malestar por no poder consultarlo de forma constante. O ponerse nervioso cuando alguien no contesta un mensaje inmediatamente. Es decir, genera irritabilidad, cambio de humor y ansiedad desmedida.
  • Problemas de sueño e insomnio. El uso abusivo del teléfono móvil también interfiere con el sueño, ya sea por estar absorto y disminuir las horas de sueño, o por la interrupción del sueño debido a notificaciones y alertas. Muchas personas -sobre todo adolescentes-, duermen con el dispositivo muy cerca, incluso dentro de la cama o bajo la almohada.
  • Bajo rendimiento escolar o laboral ocasionado por el uso excesivo del smartphone. Su adicción puede llevar al afectado a ignorar sus responsabilidades, como tareas domésticas, trabajo, estudios u obligaciones familiares.

Consecuencias de adicción al móvil

El continuo uso de pantallas y aplicaciones “que enganchan” presentan múltiples inputs de forma ultra rápida y constante, algo que provoca una sobreestimulación dopaminérgica continua en el cerebro, que se acostumbra a ella y hace que el mundo natural resulte aburrido, porque no hay suficientes estímulos.

De esta manera, por ejemplo, los niños sobreexpuestos a estos sobre estímulos suelen tener más irritabilidad, menos paciencia y toleran menos la espera. Les afecta tanto el proceso de aprendizaje como a la atención.

A nivel emocional, también hay consecuencias, pues el cerebro entiende que mirar el móvil alivia el aburrimiento y causa después muchas dificultades para tolerar el malestar, la negativa o las rutinas. Como en cualquier adicción, con el tiempo se genera tolerancia, y los estímulos que estimulaban en un principio dejan de hacerlo después, necesitando mayores dosis para sentir los mismos efectos placenteros.

Estamos creando un “cerebro adicto” que necesita grandes dosis de estimulación constante y sensación de aburrimiento o apatía en situaciones naturales que no la debería provocar. Todo ello podría derivar en ansiedad, problemas de relacionarse con otras personas y de autoestima.

Los datos de la adicción al móvil en España

Más de 17 millones de españoles reconocen que lo primero y lo último que hacen cada día es mirar su teléfono móvil, es decir, el 60% de la población entre 18 y 65 años. Estos datos se desprenden de la VI Edición del Estudio sobre Adicción al Móvil elaborado por Rastreator, que analiza el comportamiento de los españoles frente al teléfono móvil.

Este análisis desvela que los españoles usan cada vez más el smartphone, una media de 4 horas y 10 minutos al día, una hora más que hace dos años, y el 22% asegura estar pegado a su teléfono durante más de 5 horas al día. Además, seis de cada 10 reconocen que lo primero y lo último que hacen cada día es mirar su teléfono móvil -una cifra 10 puntos por encima de la registrada hace dos años-, y un 10,8% reconoce que no podría estar ni una hora sin mirar su dispositivo.

Estas cifras tienen como consecuencia que, en la actualidad, más de 7,1 millones de españoles se consideran adictos al móvil (cerca del 25% de la población entre 18 y 65 años), casi un 4% menos que el año pasado lo que es una muestra de cómo, aunque el uso diario aumente, la percepción sobre la adicción disminuye normalizando cada vez más este hábito. Aun así, esta alta dependencia del smartphone es un tema que preocupa a muchos españoles, tanto que el 30% afirma que le gustaría reducir el uso que hace de este dispositivo, pero no sabe cómo y a un 50% le preocupa el uso tan intensivo que hacen sus familiares y amigos.

Los jóvenes y el uso del móvil

La mayor incidencia de este fenómeno de adicción al móvil se registra entre los jóvenes de entre 18 y 24 años. Así, con una media diaria de 6 horas y 43 minutos de consumo, casi la mitad de los jóvenes (44%) se considera adicto a su Smartphone.

Los jóvenes consumen 2 horas y 15 minutos más que la media nacional y más del doble que los españoles mayores de 55 años. De hecho, son muchos los padres que afirman estar preocupados por el uso intensivo que hacen sus propios hijos del móvil ya que el 53% cree que lo usan demasiadas horas al día y pasan demasiado tiempo pegados a la pantalla de su teléfono. En cuanto a la edad apropiada que los padres creen que sería adecuado los jóvenes tengan su primer dispositivo la edad media es de 14 años.

A pesar de que el uso del smartphone es común a todas las edades, dependiendo de las etapas su uso se intensifica y se distribuye de diferentes formas. De hecho, en el caso de los jóvenes, el uso principal que hacen del móvil lo destinan a consultar las redes sociales (31%), siendo WhatssApp e Instagram las que afirman que más usan.

De hecho, un reciente estudio elaborado por la Red de Atención a las Adicciones (Unad) -la plataforma que agrupa a dos centenares de organizaciones especializadas de todo el país- y por la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) y desarrollado a partir de los datos que proporciona la experiencia terapéutica de la lucha diaria contra este problema, indica que el 52% de las personas con adicción a internet o con trastornos graves derivados del exceso de horas enganchados a las pantallas, son adolescentes de 16 y 17 años. El daño a esas edades está repartido al cincuenta por ciento entre ambos sexos, aunque, según van aumentando un poco los años del perjudicado, hay más hombres que mujeres entre quienes demandan ayuda profesional para salir de la trampa en que les ha atrapado el mal uso de la red.

Las españolas, más apegadas a su smartphone

Las mujeres son más propensas al uso del móvil, de hecho, lo utilizan una media de 4 horas y 47 minutos al día, 50 minutos más que los hombres. Asimismo, casi el 28% de las mujeres encuestadas afirma que utiliza su smartphone más de 5 horas al día, frente al 20% de los hombres.

Por otro lado, el uso que se le da a estos dispositivos también varía por géneros, mientras que para las mujeres el uso principal se centra en la consulta de sus redes sociales, en el caso de los hombres son las llamadas en lo que invierten más tiempo.

Más tiempo dedicado a las redes sociales y menos llamadas

En cuanto al tipo de actividad que se realiza con los smartphones, el uso más extendido es el de consultar las redes sociales (22,1%), por delante de otros aspectos más tradicionales como realizar llamadas telefónicas (15,8%) o la gestión del correo electrónico (12,7%). Estas cifras evidencian que en nuestro país existe una dependencia creciente de los dispositivos móviles que, en algunos casos, puede derivar en problemas graves como la adicción.

En cuanto a cuáles son las redes sociales en las que más tiempo se invierte se encuentra en primer lugar la app de mensajería instantánea WhatsApp (83,7%) seguida de Facebook (60%) e Instagram (45,7%). Sin embargo, esto varía entre los más jóvenes, ya que los españoles de 18 a 24 años eligen Instagram en primer lugar (90%) y YouTube (64%) por encima de Facebook (43%) y, además, añaden a su listado de preferencias la popular aplicación, TikTok.

El uso del móvil al volante

El 34,5% afirma usar el móvil cuando está al volante ya sea para consultar el GPS, atender llamadas o leer mensajes. En el caso de los jóvenes, este uso se intensifica ya que es un 49% el que asegura que utiliza de este dispositivo al volante. En concreto, el 10% afirma que lo usa para mandar mensajes mientras conduce y un 13% asegura que lo utiliza para leerlos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que tras un minuto y medio hablando por el móvil, aunque sea con manos libres, el conductor deja de percibir el 40% de las señales de la carretera, su velocidad media desciende un 12%y tarda bastante más en reaccionar ante un imprevisto. Además, si el conductor circula a 120 kilómetros por hora y a la vez escribe un mensaje de texto o contesta un WhatsApp, recorre sin darse cuenta 660 metros a ciegas

Smartwatches: nuevos dispositivos que “disminuyen” la dependencia

Cada ver surgen más dispositivos tecnológicos con funcionalidades similares a las que puede dar un teléfono móvil, como los smartwatches. El 71% de los que tienen uno asegura que te ayuda a reducir le dependencia del móvil al poder ver de un vistazo las notificaciones. Sin embargo, el 70% de los que lo tienen aseguran que podrían prescindir de él.

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