El último trimestre fiscal, de octubre a diciembre de 2002, supuso para Microsoft un incremento del 11 por ciento en sus beneficios, respecto al mismo periodo del año anterior. Concretamente, la firma obtenía unas ganancias netas de 2.550 millones de dólares, frente a los 2.280 millones registrados un año antes.
Este incremento en los beneficios se vio acompañado así mismo de un aumento en los ingresos de la compañía, que registró un volumen de negocio en dicho periodo de 8.540 millones de dólares, un 10 por ciento más respecto a los 7.740 millones del año anterior.
La compañía ha dado unos resultados sólidos en todas las divisiones a pesar del desafiante ambiente económico mundial, señalaba el jefe financiero de Microsoft, John Connors.
Estos buenos resultados podrían ser la causa de la decisión histórica de la compañía de entregar un dividendo anual, algo que sucede por primera vez desde que Microsoft comenzase a cotizar en Bolsa en 1986.
Al declarar un dividendo demostramos la confianza de la junta en el crecimiento de las oportunidades de la compañía a largo plazo y de su fortaleza financiera, afirmaba Connors.
