Hasta el momento la idea de no poder establecer llamadas entre los terminales UMTS y los GSM suponía una importante barrera comercial a la hora de poner en marcha el servicio.
Pero, finalmente, la finlandesa Nokia ha conseguido eliminar este obstáculo, asegurando que había logrado transferir llamadas de voz terminales de segunda y tercera generación de telefonía móvil, lo que supone que una vez puesto en marcha el servicio no será necesario prescindir de los tradicionales teléfonos GSM.
Las pruebas se han llevado a cabo en Italia mediante el terminal UMTS Nokia 6650 y la infraestructura 2G del operador Omnitel-Vodafone. Hasta el momento, uno de los frenos que se encontraban los operadores para no poner en marcha sus infraestructuras era el miedo a que sus actuales clientes no migrarán al nuevo sistema, mucho más teniendo en cuenta que la cobertura GSM es prácticamente total y el momento de recesión económica que estamos atravesando.
