El sector de la distribución moderna vive un momento clave. Por un lado, necesita ofrecer una experiencia fluida y segura a los clientes; por otro, afrontar la presión de reducir costes y gestionar retos crecientes como robos o situaciones de emergencia. En este contexto, la tecnología deja de ser un mero apoyo para convertirse en un elemento que impacta directamente en los resultados económicos y operativos de las empresas.
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Tecnología para optimizar costes, seguridad y la experiencia de compra
Desde la óptica de los costes, las soluciones DECT multicelda, como el Snom M900, permiten cubrir grandes superficies (pasillos, almacenes o varias plantas) sin recurrir a cableados complejos ni a infraestructuras paralelas. Esto reduce la inversión inicial, minimiza las intervenciones técnicas y simplifica el mantenimiento, gracias a la posibilidad de desplegar actualizaciones de software en remoto. Para el personal, supone moverse por todo el establecimiento permaneciendo siempre conectados, lo que se traduce en eficiencia operativa y mejor servicio al cliente.

Uno de los problemas más graves para el sector es la pérdida causada por los hurtos -hecho que se incrementa durante la temporada navideña-, errores administrativos y fraude de proveedores: solo en 2024, en España, el impacto económico se estimó en 2.817 millones de euros, un 52% más que en 2023. Del total de pérdidas registradas en los comercios, el 77% está directamente relacionado con robos. En este escenario, las herramientas tecnológicas dedicadas aportan un valor tangible.
Los cascos DECT profesionales permiten al personal comunicarse de forma discreta y reaccionar con rapidez ante comportamientos sospechosos. Combinados con el gateway de localización DECT/Bluetooth de Snom y sus tags, es posible monitorizar en tiempo real mercancías u objetos de valor y generar alertas inmediatas ante cualquier movimiento no autorizado.
El resultado es menos riesgo de pérdidas económicas y una mayor sensación de seguridad en el punto de venta.
La tecnología también es clave en la gestión de emergencias. Dispositivos como los Snom E303, fácilmente identificables e instalados en puntos estratégicos, permiten contactar de inmediato con personal cualificado con solo pulsar un botón, reduciendo los tiempos de reacción. A ello se suman los terminales inalámbricos rugerizados, como el Snom M85, con funciones de alarma automática (cordón antirrotura, modo man down), que protegen al trabajador y contribuyen a minimizar los costes derivados de accidentes e interrupciones operativas.

Igualmente, la tecnología facilita una mejor experiencia de compra. Los terminales IP y auriculares DECT mejoran la coordinación entre empleados, agilizando la atención y evitando retrasos en el punto de venta. Al mismo tiempo, soluciones de megafonía como el Snom PA1+ permiten emitir mensajes promocionales e información útil, reforzando una comunicación eficiente que beneficia tanto a la empresa como al cliente.
Eficiencia y sostenibilidad gracias a la automatización
Las plataformas IP de nueva generación permiten integrar las telecomunicaciones con los sistemas de automatización del edificio; así, la iluminación, la climatización o la calidad del aire pueden controlarse directamente desde los terminales telefónicos. Soluciones como el Snom PA1+, equipado con relé, facilitan aún más el control de cerraduras y puertas eléctricas, que pueden activarse remotamente a través de SIP simplemente pulsando un botón del teléfono.
Las plataformas IP de nueva generación permiten integrar las telecomunicaciones con los sistemas de automatización del edificio
Este tipo de integración ayuda a reducir los consumos energéticos y a que la gestión del punto de venta sea más sostenible y eficiente. Para las empresas de gran distribución supone menos costes operativos y una simplificación de las tareas diarias, elementos clave en estructuras de gran tamaño.
La tecnología como motor operativo
Unir comunicación, seguridad, gestión de emergencias y automatización significa convertir la tecnología en un auténtico motor operativo para la gran distribución. Ya no se trata solo de herramientas que mejoran la organización interna, sino de soluciones con impacto directo en los márgenes económicos, en la seguridad del personal y en la experiencia del cliente.
Unir comunicación, seguridad, gestión de emergencias y automatización significa convertir la tecnología en un auténtico motor operativo para la gran distribución
Apostar por estas integraciones significa garantizar continuidad operativa, sostenibilidad y competitividad, factores que marcan la diferencia entre un punto de venta que sufre los retos del mercado y otro que es capaz de afrontarlos con éxito.






