Las diferencias de criterio entre los principales directivos de Telefónica Móviles, que se reunirán hoy para decidir sí se hace efectivo el pago de la tasa 2001, y el propio grupo, se han hecho palpables. A falta de tan sólo cuatro días para que venza el plazo que tiene la compañía para presentar un recurso ante la Audiencia Nacional, las divergencias entre los principales directivos están ralentizando la toma de una decisión, pese a que el resto de operadores ya han emprendido la vía judicial.
Dentro de la compañía se han creado dos frentes. Por un lado, los que piensan que es mejor no recurrir la tasa y dejar una puerta abierta para la negociación con el Ejecutivo, y por otro, los que creen que es mejor seguir adelante con el recurso.
La polémica tasa radioeléctrica fue fijada por el Gobierno el pasado año para compensar lo que no ingresó al adjudicar por concurso las licencias de telefonía móvil de tercera generación, en lugar de hacerlo por subasta.
Recientemente, el Ejecutivo tomó la decisión de rebajar la tasa de UMTS para años sucesivos. De esta manera, de los 961 millones de euros (160.000 millones de pesetas) que las operadoras tendrán que abonar en 2001, se restará un 62 por ciento para 2002 y años sucesivos.
Por otro lado, el Gobierno, a través del ministerio de Ciencia y Tecnología, ha decidido recurrir ante la Audiencia Nacional la decisión de la CMT de conceder licencias a diversas compañías para introducirse en el negocio de la televisión por cable.
Y es que, según el Ministerio, este negocio está limitado a las empresas adjudicatarias de los concursos que se celebraron hace tres años, y no a cualquier compañía.
