Telefónica se ha lanzado de lleno a revitalizar su negocio de telefonía fija, un segmento en el que la compañía mantiene la primera posición. Con una cuota de mercado del 86 por ciento, la firma española se enfrenta en los últimos tiempos al auge de la telefonía móvil, un segmento de mercado que no para de crecer, y en el que su filial Telefónica Móviles es el principal competidor.
Precisamente, y con el objetivo de aumentar su mercado y llegar a los cerca de 3,2 millones de hogares que aún no tienen teléfono fijo, la compañía ha puesto en marcha un ambicioso plan que, entre otras medidas, pretende lanzar ofertas que convenzan a los clientes de las bondades de la línea fija.
Así, la primera de ellas será una iniciativa a medida del cliente, una oferta que incluirá paquetes que combinan acceso y unos determinados módulos de tráfico que dependerán de las necesidades de los usuarios. En lo que respecta a las restantes ofertas, se dirigirán básicamente a dos mercados en alza: las viviendas de alquiler y la población inmigrante.