Tantas maquinitas van a terminar por volvernos locos. No sólo lo dicen nuestros abuelos y la mayoría de nuestros padres, sino también el ejecutivo que tiene un PC en su mesa de trabajo, un teléfono en el despacho, un fax en la oficina, móvil en el bolsillo de la chaqueta, un busca en el cinturón y un ordenador portátil para los viajes de negocio. Lo peor de todo es que no nos podemos deshacer de ninguno de estos aparatos porque cada uno de ellos nos proporciona una determinada utilidad en la vida laboral y también en la personal. Nos guste o no, los avances tecnológicos no sólo suministran herramientas más rápidas y eficaces sino que provocan cambios en nuestras vidas. La información, por ejemplo, antes se hablaba de estar informado que equivalía a saber qué ocurría en el mundo, hoy el concepto es manejar información que puede implicar que un negocio siga adelante o desaparezca. Y es que el año 2000 no sólo ha traído el fin del milenio, sino también la era de la información móvil (cantidades ingentes de datos que se transmiten a través de aparatos inalámbricos), lo mejor para no perder el norte en este caos de artilugios tecnológicos e invasión de informaciones útiles es conseguir la sincronización de todos ellos. Sincronizar igual a organizar La idea no es del todo nueva, actualmente hay fabricantes que tratan de homogeneizar sus productos aplicando la sincronización de datos basada en varios grupos de protocolos diferentes, cada uno de los cuales funciona con un número limitado de tipos de datos, dispositivos y sistemas. Lo novedoso es la aparición de SyncML (Synchronization Mark-up Language), un estándar para la sincronización de datos a nivel mundial. El objetivo es el desarrollo y promoción de una nueva especificación que permitirá la sincronización universal de datos a distancia y de la información personal a través de múltiples redes, plataformas y dispositivos. SyncML ofrece un protocolo basado en XML, diseñado para optimizar al máximo el funcionamiento de los dispositivos móviles. Con este estándar se sincronizan informaciones procedentes de correo electrónico, agenda, listas de asuntos pendientes, información de contacto y de la propia empresa y documentos basados en la Red, de tal modo que sean accesibles y estén actualizados independientemente de dónde se almacena la información, ofreciendo a los usuarios una gran flexibilidad, sea cual sea la tecnología que utilicen para trabajar. Según Nokia, en el año 2003 habrá más teléfonos móviles que PCs conectados a Internet. Es, pues, el momento ideal para organizar la información que se envía de un dispositivo a otro y cerciorarnos de que llega a su destino. La especificación SyncML jugará ahí su papel permitiendo la creación de productos de sincronización de datos sin hilos y fijos operables entre sí a través de servidores corporativos, servidores Web, ordenadores de sobremesa, portátiles, PDAs, teléfonos móviles y otros aparatos inalámbricos, independientemente de su plataforma. La iniciativa SyncML refuerza la existencia de estándares abiertos para la representación de los datos estructurados sobre redes sin cable, conectando los dispositivos móviles sin tener en cuenta plataformas o fabricantes. Suma y sigue La iniciativa cuenta desde su inicio, el pasado mes de febrero, con el apoyo de Nokia, Ericsson, IBM, Lotus, Motorola, Psion, Palm y Starfish Software y el pasado mes de junio esas mismas compañías anunciaban que el programa había recibido ya el respaldo de más de 150 empresas, entre las que se encuentran Xircom, Visto Corporation, BT Cellnet, Corel Corporation, Symbian, Excite@Home, Puma Paragon y fusionOne, AvantGo, Cisco Systems, Extended Systems, Phone.com, PUMATECH, Sun Microsystems y Symbian, entre otras. Para facilitar la participación de todas estas firmas, las compañías fundadoras han lanzado el libro blanco sobre el reglamento, documento que contiene una visión técnica general del diseño estructural que compete a SyncML y las especificaciones de dicha iniciativa.
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