El Gobierno de Brasil se ha propuesto aumentar el control sobre los gigantes tecnológicos extranjeros. Una medida que llega tras las revelaciones del caso Snowden según las cuales la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. espió el correo electrónico de cientos de ciudadanos brasileños, entre ellos, la presidenta Dilma Rousseff. Con motivo de ello, Paulo Bernardo, Ministro de Comunicaciones, ha anunciado que pretenden ofrecer una alternativa a los servicios de mensajería más utilizados: Gmail y Hotmail.
El ministerio se encargará de supervisar la creación de un servicio nacional de correo electrónico que encriptará los mensajes y que almacenará todos los datos en Brasil. Dicho servicio estará gestionado por Correos, de titularidad pública, institución que tenía en marcha la creación de un email para el entorno empresarial y que ahora lo hará extensible al ámbito privado.
Paulo Bernardo explicó a los medios de comunicación brasileños que cuando envías un email “no quieres que nadie esté fisgoneando, por ello, es necesario promover un servicio más seguro. El correo electrónico brasileño tendrá una criptografía que resguarde mejor la privacidad de los usuarios que se comuniquen usando el sistema”.
Este anuncio coincide con otra medida importante que planea el Gobierno de Brasil y que se dirige a las cuentas de las compañías extranjeras de Internet y televisión. El ejecutivo quiere que paguen más impuestos a partir de 2014, por lo que ha encargado a ANATEL, agencia regulatoria de las telecomunicaciones, y a ANCINE, encargada del cine, que monten un nuevo modelo de tributación para empresas con sede en Brasil como Apple, Google o Facebook. Desde el gobierno argumentan que estas compañías comercializan servicios fuera de Brasil y realizan operaciones en dólares al mismo tiempo, sin pagar impuestos en en país.
