El agua es recurso tan vital y necesario en nuestro día a día como escaso, y no puede seguir dependiendo únicamente de métodos tradicionales de gestión. Es una realidad que las infraestructuras de agua están bajo presión: el aumento urbano, la creciente demanda de la industria, los fenómenos climáticos extremos… Todo indica que necesitamos emplear el agua de manera más inteligente y eficaz, para aprovechar hasta la última gota. Y esto solo es posible si disponemos de instrumentos que nos posibiliten observar lo que no se ve a simple vista, como el estado verdadero de nuestras redes de distribución, los lugares críticos de consumo, las fugas encubiertas o la degradación gradual de las instalaciones.
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Cómo actúa el IoT en la gestión del agua
La supervisión en tiempo real de estructuras fundamentales, como depósitos, redes de distribución y canalizaciones, es uno de los principales beneficios de nuevas tecnologías como Iot. Utilizando sensores conectados, se pueden adquirir datos en tiempo real acerca de la calidad del agua, el caudal, la presión, los niveles de agua y las condiciones físicas de las instalaciones. Esto posibilita que los operadores actúen proactivamente frente a cualquier alteración extraña.
No solo se evitan daños estructurales de mayor envergadura con esta detección temprana, sino que además se reducen los costos operativos y la sustentabilidad del sistema mejora. Esta capacidad de monitoreo continuo también permite que se detecten pronto fugas o irregularidades en el sistema.
El verdadero desafío llega con que es indispensable una conectividad adecuada para que se lleve a cabo esta transformación digital. Dependiendo de las necesidades de la aplicación en cuanto al volumen de datos y disponibilidad del equipo, es posible que sea necesario utilizar LTE; pero en muchos casos Narrowband (NB-IoT) puede ser suficiente, y permite una mayor duración de la batería y mejor penetración en ubicaciones subterráneas. Los dispositivos deben ser capaces de operar en cualquier entorno, desde áreas rurales con cobertura inestable hasta instalaciones de acceso complicado.
Sin una conexión adecuada, no hay información, no hay decisiones basadas en datos ni optimización de uno de nuestros recursos más valiosos
Las empresas que diseñan sistemas de gestión del agua para diferentes entornos y aplicaciones necesitan poder apoyarse en un socio que asuma y absorba la complejidad de todas las decisiones de conectividad, alguien que les guíe a realizar las elecciones adecuadas para garantizar la disponibilidad de los dispositivos y la viabilidad del despliegue en el tiempo. Sin una conexión adecuada, no hay información, no hay decisiones basadas en datos ni optimización de uno de nuestros recursos más valiosos.
Usos reales de esta tecnología
El agua es uno de los principales recursos naturales del planeta, y por lo tanto no es extraño que surjan cada vez más aplicaciones innovadoras diseñadas para un uso más eficiente de este. Podemos mencionar algunos casos de uso que solo son posibles bajo una infraestructura de comunicaciones robusta y segura, y en los que la conectividad de Wireless Logic y nuestra red Conexa se convierten a menudo en un pilar fundamental.
- Aplicaciones de riego inteligente. El sector agrícola es responsable de la mayor parte del consumo de agua dulce en nuestro país, en torno a un 80%. La combinación de estaciones de campo, sensores de humedad y sistemas de predicción climática, conectados mediante IoT, permite aplicar solo el agua necesaria en cada momento, generando un ahorro hídrico, mayor productividad y una agricultura más sostenible.
- Monitorización de redes de distribución. Las fugas y pérdidas de agua representan uno de los grandes retos en los pueblos y ciudades. Gracias a sensores conectados que miden presión, caudal y calidad del agua en tiempo real, las compañías de agua pueden detectar fugas y anomalías de inmediato y actuar antes de que se produzcan daños mayores y se produzcan grandes desperdicios de agua.
- Gestión y control del gasto de agua en hoteles. En el sector turístico, el consumo de agua es especialmente sensible no solo por costes, sino también por sostenibilidad. Gracias a la conectividad IoT, los hoteles pueden detectar derroches, corregir incidencias como cisternas defectuosas y aplicar planes de ahorro. Medidores inteligentes conectados en habitaciones, cocinas, lavanderías y zonas comunes ofrecen una visión completa del uso del recurso.
- Control de la calidad del agua. Garantizar la calidad del agua que llega a los hogares, establecimientos y demás ubicaciones depende de un control riguroso en toda la cadena de suministro, desde la planta de tratamiento hasta el punto terminal. gracias a una conectividad constante, los operadores y los edificios pueden distribuir agua de forma más segura y reducir el riesgo de legionelosis, y mediante sensores que monitorizan en remoto parámetros como el pH, la turbidez o la temperatura.
Con todo ello, queda clara la conclusión: todos los sensores y dispositivos requieren de una infraestructura de conectividad fiable para generar valor. En un escenario de creciente presión sobre los recursos hídricos, contar con una conectividad fiable, segura y preparada para el futuro no es un lujo, sino la base para garantizar la eficiencia y la resiliencia en la gestión del agua. Es la red la que convierte los datos en decisiones rápidas y acertadas, permitiendo ahorrar agua, proteger infraestructuras y ofrecer servicios más sostenibles.
