Aunque ya son muchos los internautas españoles que se encomiendan más de una vez al día a “san google” (concretamente, el 80 por ciento de las búsquedas en España se realiza a través de Google), el mayor buscador de Internet no contaba hasta ayer con sede en nuestro país. Por eso, Sergey Brin y Larry Page, los presidentes y creadores de tan espléndido negocio, se desplazaron ayer a Madrid para hacer el esperado anuncio: la apertura de una oficina en España y el lanzamiento de la versión “.es”.
La oficina española, séptima que los responsables de Google abren en Europa, estará bajo la dirección de Miguel Reina y atenderá a esos más de cuatro millones de internautas que en nuestro país usa habitualmente el servicio.
Además, Brin y Page aprovecharon la visita para dar a conocer la última mejora introducida en su servicio: una nueva barra de herramientas que, entre otras funcionalidades, permite bloquear los anuncios conocidos como pop-up y la búsqueda de páginas publicadas en un país concreto.
Las razones que explican la llegada de Google a España no son otras que responder a la buena evolución del buscador en nuestro mercado, en el que son líderes, y aumentar sus ingresos publicitarios en nuestro país, donde los fundadores del buscador intentarán extender su práctica de enlaces patrocinados.