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Libre elección del router: ¿por qué en España no se ha implantado?



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La Alianza alemana de Fabricantes de Equipos Terminales de Telecomunicaciones (VTKE), analiza cómo esta elección puede contribuir a la protección de las empresas y hogares españoles ante las ciberamenazas

Publicado el 25 oct 2023



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La libre elección de router consiste en el derecho, reconocido por la Unión Europea y ya aplicado en países como Alemania, Italia, Finlandia o Países Bajos, por el que los usuarios de cualquier proveedor pueden elegir su propio equipo en su conexión, en lugar de un dispositivo impuesto por su operador de servicios de internet (ISP), lo que se traduce en una mayor flexibilidad, autonomía y personalización del servicio de conectividad, explican desdela Alianza alemana de Fabricantes de Equipos Terminales de Telecomunicaciones (VTKE).

Este derecho es visto por los reguladores europeos (ORECE) como un paso adelante en materia de neutralidad de la red y de seguridad, transparencia y protección de datos. Asimismo, fomenta la competencia y la innovación en el mercado de equipos de red, algo habitual en el sector de las telecomunicaciones. “Al empoderar a los usuarios para que tomen decisiones informadas sobre su hardware de conexión, se fomenta indirectamente que los fabricantes de routers mejoren la calidad, el rendimiento y las características de sus productos, beneficiando así al consumidor final”, recalcan.

Sin embargo, en España no está implantada la libre elección del router y la razón es -como comentan desde la asociación alemana-, que los operadores solo justifican problemas técnicos para no permitir que los usuarios elijan su propio terminal. “Pero la realidad es que países con peores infraestructuras que la española han aplicado la medida con éxito”. A lo que añaden: “En un contexto en el que los operadores reclaman que los nuevos actores participen del desembolso que supone poner en marcha y mantener las redes de telecomunicaciones, resulta incoherente que se cierre la puerta a que los usuarios no puedan disponer de sus propios dispositivos para extraer todo el provecho necesario a estas redes”.

¿Qué problemas plantea el sistema actual?

En la actualidad, los usuarios no pueden elegir el router con el que quieren conectarse a Internet. Es el operador quien se beneficia de la existencia de un marco regulatorio e impone en cada hogar qué dispositivo se instala. Esto, según la VTKE, se traduce en los siguientes problemas:

  • Los usuarios ven limitada su libertad de elección porque no pueden utilizar el terminal que ellos desean en su conexión a Internet. Los dispositivos genéricos que imponen los operadores podrían privar a los usuarios de ciertas características técnicas que incluyen los routers actuales, como es la protección parental para menores, Wi-Fi de última generación, aplicaciones útiles para smartphones o la tecnología DECT para telefonía inalámbrica o domótica.
  • Debido a la “imposición del router”, los usuarios no pueden utilizar directamente el dispositivo terminal que han seleccionado ellos mismos. Si quieren utilizar un dispositivo propio, tienen que conectarlo al equipo proporcionado por el proveedor, lo que conlleva costes de electricidad más elevados, un mayor impacto medioambiental al utilizar dos dispositivos simultáneamente y una reducción de las capacidades que pueda ofrecer el terminal propio.
  • El rendimiento de los routers es más limitado de lo que la red ofrece. Esto tiene peores consecuencias si tenemos en cuenta que España es el tercer país con mayor despliegue fibra óptica en el mundo. Además, si tenemos en cuenta la actual discusión en el seno de la Comisión Europea sobre el futuro del sector de las comunicaciones electrónicas y sus infraestructuras, en la que los operadores buscan una “contribución equitativa” a las inversiones necesarias, suena incoherente vetar que otros actores del ecosistema de las telecomunicaciones puedan aportar valor añadido al ecosistema, que redunde en un mejor servicio para los usuarios finales.
  • No responde a las necesidades crecientes de los usuarios. Nuestros hogares cada vez tienen más dispositivos conectados a la red y con mayores requisitos, algo para lo que los routers no siempre están preparados. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de contar con equipos de red actualizados y elegidos por el usuario para garantizar una mejor conectividad y preparar las redes domésticas para la evolución de las demandas digitales.
  • Niveles de seguridad. Los routers que proporciona el operador no siempre cumplen con los estándares de ciberseguridad exigidos por los usuarios, algo que debemos tener en cuenta en un momento en el que operaciones tan sensibles, como consultar las cuentas bancarias, se realizan a diario desde nuestras redes domésticas. Además, los routers en su inmensa mayoría no se renuevan hasta pasados dos o más años, lo que pone a los usuarios en una situación de vulnerabilidad frente a las ciberamenazas. Clara prueba de ello es el ciberataque que sufrió Telefónica en 2022 y que afectó a los routers de sus clientes. Fruto de este ataque, se detectaron accesos “no acreditados” a los datos técnicos de los equipos y obligó a los clientes de la compañía a cambiar las contraseñas de sus redes Wi-Fi. Con un equipo propio, con medidas de seguridad avanzadas, se habrían podido evitar los riesgos e inconvenientes que la falta de libertad de elección de router ocasionó a los usuarios.
  • Falta de transparencia y privacidad. En un contexto en el que la privacidad de nuestros datos personales en internet es más importante que nunca, nos encontramos una situación en la que los terminales, ya sean modem o router, forman parte de la red pública de telecomunicaciones, lo que supone que los datos se conviertan en un componente de la comunicación pública bajo el control del proveedor de la red. Por lo tanto, los operadores tienen control sobre nuestros datos y pueden acceder a ellos a través del router que ellos mismos imponen a los usuarios.

Asimismo, esta situación comporta problemas adicionales en materia de competencia, ya que, por un lado, los fabricantes de terminales no tienen incentivos para innovar y ofrecer mejores productos y por su parte, los usuarios que quieran cambiar de proveedor se encuentran con barreras, ya que están expuestos a que el operador les haga llegar su propio router y se ven obligados a devolver por sus propios medios el terminal ante sanciones en caso de no hacerlo, enfatizan desde la entidad. Si los usuarios tuviesen la libertad de disponer de su propio router podrían realizar el proceso con la misma facilidad y velocidad que se hace una portabilidad de telefonía móvil.

¿Qué plantea el derecho a la libre elección de terminal?

Del mismo modo en que el hecho de que los usuarios puedan elegir libremente qué smartphone adquieren ha fomentado la competitividad y la innovación hasta límites que hace 20 años no hubiésemos imaginado, de manera que se ofrece una amplia gama de productos y servicios adaptados a las particularidades de cada usuario. Por ello, planteamos que los usuarios puedan tener esta misma libertad para elegir el router o modem que quieren, solicitan.

Beneficios de la libre elección de router

  • El usuario puede elegir el dispositivo adaptado a sus necesidades.
  • Mayor protección ante ciberamenazas.
  • Mejor protección de datos y soberanía en la red doméstica.
  • Innovación y competencia entre los fabricantes de terminales, lo que redunda en un mejor servicio.

Situación en otros países

La libre elección de router es un derecho reconocido en países de la Unión Europea como Finlandia (2014), Alemania (2015), Italia (2018) o Países Bajos (2021).

En este sentido, la Unión Europea aprobó el Reglamento UE 2015/2120 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de 2015, por el que se establecen medidas en relación con el acceso a una Internet abierta. Se trata de un documento donde se reconoce el derecho de los usuarios finales a utilizar equipos terminales de su elección.

Por su parte, el Organismo de Reguladores Europeos de las Comunicaciones Electrónicas (ORECE) publicó en el año 2020 un informe en el que define la libre elección de routers y módems como un principio fundamental de neutralidad de la red y de seguridad, transparencia y protección de datos.

En España, el artículo 65.h de la Ley General de Telecomunicaciones establece el derecho de los usuarios a utilizar los equipos terminales que deseen, independientemente de su ubicación o la del operador. Sin embargo, la realidad es que las barreras impuestas por los operadores, junto con la falta de un necesario desarrollo del concepto en el reglamento de esta ley que está pendiente de aprobación imposibilitan su aplicación efectiva.

¿Qué opinan los usuarios?

De acuerdo con una encuesta elaborada por la Asociación alemana de Fabricantes de Equipos Terminales de Telecomunicaciones (VTKE) en España y en otros seis países de la UE, el 85% de los encuestados querría tener libertad de elegir su dispositivo de acceso a Internet. En esta misma línea, el 39% de los encuestados españoles afirmó estar dispuesto a comprar su propio dispositivo si tuvieran libertad de elección.

Asimismo, el estudio realizado por la organización Free Software Foundation Europe (FSFE) reflejó un apoyo superior al 85% a la libre elección de router para fomentar la competencia y la innovación, la seguridad en Internet, la privacidad y la reducción de residuos electrónicos.

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