¿Recuerdan las películas antiguas de extraterrestres que insertaban microprocesadores en las cabezas de los incautos humanos para abducirlos? Pues la ciencia está a un paso de materializar la ficción del celuloide, aunque para tranquilidad de los lectores aquí el diseñador del artilugio no pretende controlar mentes sino mejorarlas o curarlas.
Hablamos de Infineon Technologies, una empresa alemana que trabaja con científicos en el Instituto Max Planck, Munich, en el diseño de un chip biosensor, denominado neuro-chip, capaz de leer y grabar las señales cerebrales para comprender mejor cómo trabaja el cerebro y así combatir enfermedades neurológicas como el Alzheimer. Tan sencillo como poner láminas de las células nerviosas del cerebro en el chip y ver cómo el nervio produce señales, señala Roland Thewes, director del proyecto de investigación.