La firma germana asumirá una deuda de 5.000 millones de dólares, unos 900.000 millones de pesetas (5.409 millones €) contraida por el operador americano.
Los detalles de la operación se traducen en que DT deberá abonar en efectivo 30.000 millones de dólares (5,4 billones de pesetas/ 32.454 millones €) y otros 20.700 millones en acciones (3,72 billones de pesetas/22.393 millones €), lo que supone 3,2 títulos de Deutsche Telekom por cada uno de la operadora americana y representará en total 828,8 millones de acciones propias del capital.
A pesar de lo que esta adquisición puede significar en el incremento de clientes de DT, cuya base potencial de usuarios se estima en 375 millones de personas al penetrar en uno de los mayores mercados de telefonía celular del mundo, los inversores castigaron esta operación, al considera demasiado elevado el precio de la misma, por lo que el precio de las acciones de la compañía disminuyó hasta un 9,26 por ciento, alcanzando su mínimo anual.
Deutsche Telekom ha reconocido que esta adquisición provocará resultados negativos en la corporación hasta el año 2004 aproximadamente, teniendo en cuenta que el operador ha pagado 24.217 dólares (4,3 millones de pesetas/2.585 euros) por cada cliente de VoiceStream. Por otra parte, esta última empresa, que tiene previsto cerrar el ejercicio con cuatro millones de clientes, aportará a la compañía alemana una red de telefonía que cubre gran parte del territorio norteamericano y su tecnología GSM (estándar en Europa y gran parte de Asia).