Europa lideró el avance de anteriores generaciones de redes móviles, pero con 5G se está quedando atrás. Todavía faltan muchos detalles por pulir y aunque se está progresando en la definición de objetivos específicos para el despliegue de la 5G SA en el viejo continente, el tiempo sigue corriendo.
Ookla publicó a principios de año un informe en el que ponía de manifiesto este retraso, un letargo que se ha propagado en el segundo trimestre ampliándose la brecha de competitividad con Estados Unidos y China. De acuerdo que este nuevo análisis, Europa se encuentra a mitad de camino en el ciclo de la tecnología 5G. El gasto en capital en la expansión de la red ha alcanzado su punto máximo en la mayoría de los países y se han completado las subastas de espectro de banda baja y media. A ello se suma que el crecimiento del tráfico de datos móviles se está desacelerando por primera vez. Pero los operadores europeos han sido más cautelosos que sus homólogos de Norteamérica y Asia en la adopción de 5G pura, en parte como consecuencia a las difíciles condiciones operativas relacionadas con el lento crecimiento del ARPU.
Ante este panorama, la Comisión Europea ha situado la 5G en el centro de su estrategia de competitividad, vinculando estrechamente la disponibilidad de cobertura, la asignación del espectro y la diversidad de proveedores con el aumento de la productividad y la autonomía estratégica. En este sentido, como expone el analista Luke Kehoe, la agenda política de la UE en materia de 5G converge en tres imperativos clave: racionalizar el despliegue de infraestructuras a través de iniciativas como la Ley de Infraestructuras Gigabit (GIA) y la próxima Ley de Redes Digitales (DNA); subsidiar la investigación y el desarrollo de frontera a través de programas como CEF Digital y SNS-JU; y la reducción de riesgos de las cadenas de suministro de los proveedores a través de Security Toolbox y la compatibilidad con RAN abierta.
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Dos velocidades, fragmentación y lentitud
Como principales conclusiones de este informe trimestral, la investigación remarca tres hechos: dos velocidades, fragmentación del mercado y lentitud en el despliegue.
Dos velocidades
El despliegue de la 5G en Europa ha producido un panorama competitivo de «dos velocidades», en el que algunos países se han adelantado en su implementación mientras que otros se han quedado retrasados. En el segundo trimestre de 2025, los países nórdicos y del sur de Europa mantuvieron una ventaja sustancial en la disponibilidad de 5G, impulsada por los recientes despliegues de la banda de 700 MHz que aumentaron la cobertura en dos dígitos en países como Suecia e Italia.
Por el contrario, la disponibilidad de 5G en los países rezagados de Europa Central y Occidental, como Bélgica, el Reino Unido y Hungría, sigue siendo menos de la mitad de la de los líderes. De media, los abonados móviles de la UE pasaron el 44,5% de su tiempo conectados a redes 5G en los meses analizados, frente al 32,8% del año anterior.
Fragmentación
Otra de las conclusiones que subraya Ookla es un hecho innegable: la fragmentación. La disponibilidad fragmentada de 5G en toda Europa se debe a una compleja combinación de políticas nacionales sobre la asignación de espectro y factores económicos, más que por simples diferencias geográficas o demográficas.Esta disponibilidad está correlacionada con factores impulsados por políticas, como los plazos y costes de asignación de espectro, las obligaciones de cobertura, los mecanismos de ayudas y las regulaciones para el uso compartido de infraestructura y los permisos, que con factores estructurales como las tasas de urbanización o el número de operadores.
La competitividad de la 5G está determinada menos por las brechas tecnológicas o los desequilibrios inherentes al mercado y más por la ejecución eficaz de las políticas.
Lentitud en el despliegue
El despliegue y la adopción de 5G SA en Europa siguen siendo lentos, aumentando poco a poco desde una base muy baja y ampliando aún más la brecha de la región con América del Norte y Asia. España destaca como un claro líder en el despliegue de 5G SA, alcanzando una cuota de muestra del 8% en Speedtest frente a la media de la UE de solo el 1,3% en el periodo analizado. Este progreso ha sido impulsado por el uso proactivo de los fondos de recuperación de la UE por parte de España para subvencionar los despliegues de 5G SA en zonas desatendidas, con especial atención a la reducción de la brecha digital entre las zonas rurales y urbanas. Sin embargo, Estados Unidos y China siguen estando muy por delante, con cuotas de muestra de 5G SA superiores al 20% y el 80% respectivamente, lo que refleja un ritmo mucho mayor de cobertura y adopción en esos mercados.
España, líder en el despliegue de 5G SA en Europa
Si nos fijamos en el comportamiento en España hay buenas noticias. Nuestro país continúa liderando el despliegue de 5G SA en Europa, con una cuota de muestras de 5G SA que por primera vez superó el 8% en el primer trimestre de 2025. Tal avance ha sido posible gracias al marco político español, que ha asignado cientos de millones de euros de los fondos de recuperación de la UE a través de “ÚNICO-5G”.
Asimismo, la disponibilidad de 5G en España aumentó del 57,9% en el segundo trimestre de 2024 al 69,3% en el segundo trimestre de 2025, impulsada por el continuo despliegue de banda baja en zonas rurales. Esto ha posicionado al país entre los 10 primeros en Europa en disponibilidad de 5G en el segundo trimestre del presente ejercicio.
