Wi-Fi, la reina de la conectividad

La movilidad es su principal ventaja frente al cable, pero la seguridad y la privacidad de los datos se imponen como sus grandes amenazas. Mientras que el usuario no está dispuesto a pagar por esta conexión, la industria estudia formas para monetizarla.

Publicado el 14 Sep 2018

Wi-Fi, la reina de la conectividad.Wi-Fi supone el principal medio de acceso a Internet y las redes corporativas para consumidores y empresas.

W i-Fi se ha conver­tido en el modo principal de acceso a la red. Nació para poder dar paso a Internet desde un entorno resi­dencial. No se planteó como una solución para empresa, pues el objetivo era llevar el servicio ADSL vía inalámbrica hasta la TV o PC evitando los cables. En la actualidad, su omnipresencia no sólo es una realidad en el mercado de consumo, incentivado por el crecimiento de las aplicaciones multimedia, la explosión de dispositivos móviles y co­nectados en el hogar y la inminente llegada de la Internet de las Cosas. También en el ámbito empresarial esta tecnología se ha convertido en la reina de la conectividad. La necesidad de un espacio de trabajo flexi­ble y movilidad ubicua, unido al fenómeno BYOD, es lo que ha impulsado su adopción. Y es que los usuarios quieren estar conec­tados mediante voz, vídeo y datos y acceder a sus servicios aplicaciones en cualquier momento y lugar. No en vano, según el último Informe Cisco VNI, los dispositivos Wi-Fi y celulares generarán el 77% de todo el tráfico de Internet en España en 2021 (Wi-Fi: 63%; celular: 14%; fijo: 23%).

Desaparición del cable

La evolución y propagación de la tecnología Wi-Fi hace plantearse si el cable tiene los días contados. La respuesta claramente es NO. “Aunque la movilidad es un fenómeno imparable y en el futuro la mayoría de las comunicaciones de datos, vídeo y voz basa-das en el protocolo IP serán inalámbricas, Wi-Fi nunca llegará a alcanzar el 100%. El cable y la fibra nunca desaparecerán, serán siempre necesarias en las infraestructuras de los operadores, en los campus empresariales, en los centros de datos y en el despliegue de puntos de acceso”, indicaCarlos Infante, director de Enterprise Networks en Cisco España. Eso sí, corrobora que “con respecto a las conexiones de los dispositivos cliente, cada vez avanzamos más hacia un mundo sin cables tanto en el hogar como en la oficina”.

Antonio Saez, responsable de infraestructura de redes de España de Alcatel-Lucent Enterprise, matiza que la evolución de la tecnología inalámbrica nos está permitiendo alcanzar velocidades de transferencia que eran impensables hasta hace pocos años, logrando una mejora sustancial en la experiencia del usuario. Todo ello con la gran ventaja que supone la movilidad de los dispositivos que permite, y la simplicidad y ahorro en los costes si tenemos en cuenta los despliegues. “No obstante, hay servicios para los que el cable sigue siendo imprescindible con la tecnología actual. Pensemos en la telefonía fija IP: el terminal sigue precisando de un cable para su alimentación (PoE), o en dispositivos con requerimientos de anchos de banda y calidad de servicio específicos, o de ubicación estática sin movilidad como las estaciones de sobremesa, donde el cable sigue siendo un medio de acceso dedicado y menos expuesto a interferencias externas que la tecnología inalámbrica, o incluso los propios puntos de acceso, que al final terminan conectados a un conmutador. Por lo tanto, aunque cada vez es mejor la calidad y capacidad de la tecnología Wi-Fi, seguimos necesitando de la tecnología cableada para muchos de los servicios que prestamos en las redes actualmente”, concluye Saez.

Por su parte, Fernando Ojeda, consejero delegado de Eurona, manifiesta que los tiempos de despliegue son mucho más cortos y la facilidad de las tareas de instalación es mucho mayor. “Sin embargo, Wi-Fi no implica que Ethernet muera. Debemos dejar de ver las tecnologías como alternativas, o la una o la otra, ya que en realidad el futuro nos trae redes multi tecnología y multi servicio”, revela. “El tramo final, la forma en la que los dispositivos se conectan a las redes, es ya hoy inalámbrica y mayoritariamente Wi-Fi. Esta tecnología está presente en todos los dispositivos, no sólo ordenadores y teléfonos o tablets (donde dos de cada tres dispositivos son solo Wi Fi), sino también en TV, cámaras de fotos, kits de hogar inteligente, etc. La identificación entre Wi-Fi y conectividad es tal que la gente ya habla más de tener que contar con Wi-Fi en casa que de tener Internet”.

Coincide Alberto Pineda, manager de la unidad R&D de Fon: “Ethernet no ha muerto, tiene muchas aplicaciones sobre todo en entornos más industriales y, evidentemente, en las partes más nucleares de los despliegues de red para interconectar equipamiento de interconexión. Sí es cierto que en las partes de acceso de la mayoría de las redes el Wi-Fi se está imponiendo gracias a que los usuarios se han acostumbrado a ello y a que la mayoría de los dispositivos lo equipan”.

Javier Gomez, director regional para Iberia y Mediterráneo de Cambium Networks recuerda que Wi-Fi elimina gran parte del cableado y hoy por hoy aporta velocidades vertiginosas, totalmente competitivas con la fibra, “si bien es cierto que los data center y grandes aplicaciones de muchísimo volumen de gestión continúan y continuarán siendo cableados por muchos años, por una mera cuestión de volumen de proceso.” Pese a ello, cada vez son más las empresas que son 100% wireless en todos sus servicios. “La capacidad de gestión y proceso de Wi-Fi actual no hacen necesario cablear, a excepción de entornos que por reglamentación exijan doble o incluso triple redundancia, lo que fuerza a cablear, así como a disponer de Wi-Fi, incluso de otras tecnologías paralelas.”, sentencia.

Jesús Barrajón, country manager para España y Portugal de Aerohive Networks, opina: “No voy a decir que el cable haya muerto y estoy seguro de que se seguirá usando en varios entornos y por parte de varios perfiles de usuarios en el terreno empresarial, pero está claro que la prin­cipal capa de acceso a la red hoy en día es inalámbrica. Debido a los anchos de banda que se pueden tener por usuario con los nuevos estándares, la conexión cableada no es necesaria y la conexión inalámbrica nos aporta la flexibilidad y movilidad. Además, en la medida en la que dispongamos de una buena visibilidad y control de la red Wi-Fi, podremos aplicar seguridad desde que los usuarios se conectan sin necesidad de cargar o penalizar la red innecesariamente o sufrir ataques. Asimismo, a medida que tengamos visibilidad de los usuarios, po­dremos tener analíticas relevantes que nos permitan optimizar el uso que los consumi­dores hacen de la red Wi-Fi”.

Pincha aquí para leer el artículo completo. En él se analizan otros aspectos como:

-Nuevos estándares e innovaciones

-Monetizar el servicio

-Seguridad y privacidad

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Cristina Albarrán
Cristina Albarrán

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